Bievenidos a la cuenta del pánico —¡hey, lolita, hey!—; aquí no conocemos la piedad y la selección es demasiado específica —¡la habitación del pánico!—. Las bestias son gigantes y tienen una reina, las religiones no existen y los tabús son la fuente de la vida —­¡oh, no!—.

También soy So. 
Cookies files usage
In order to improve user experience, we use cookies files. By browsing our website, you agree for the cookie files to be collected and used.
More