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Sé cosas y me faltan por aprenden muchas otras.
Por ejemplo, sé que me gusta sentir el sol sobre mi rostro cuando voy a la universidad y sé que odio que los profesores crean que sus alumnos son unos mediocres.
Pero no sé lo que es amar a alguien ni que te correspondan dicho sentimiento. Tampoco sé lo que es sentir la pérdida de alguien, es decir, de alguien que jamás volverá.
Y así como sé pocas cosas y me faltan por aprender muchas, sé un par de cosas de mí.
Sé que soy una escritora novata, ni la peor y mucho menos la mejor, sólo una escritora novata. Sé también que tampoco soy la mejor artista y, mucho menos, la mejor de mi clase. Y, obviamente sé que no soy la mejor en demostrar sentimientos.
Pero sé muy bien que las cosas que hago las realizo con pasión, entregando lo mejor de mí y con demasiada esperanza... Con la esperanza de que mis pequeños sueños se hagan realidad.
Tengo sueños, como todos, y sé con certeza que he cumplido muy pocos.
Pero también tengo miedos, muchos miedos que me atormentan día a día y que decido ignorar con la ilusión de mantenerlos guardados bajo mi cama.
(No le digan a nadie pero... mis miedos le temen a la luz).
Supongo que este pequeño secreto es el que me hace querer brillar cada día más.
Por ejemplo, sé que me gusta sentir el sol sobre mi rostro cuando voy a la universidad y sé que odio que los profesores crean que sus alumnos son unos mediocres.
Pero no sé lo que es amar a alguien ni que te correspondan dicho sentimiento. Tampoco sé lo que es sentir la pérdida de alguien, es decir, de alguien que jamás volverá.
Y así como sé pocas cosas y me faltan por aprender muchas, sé un par de cosas de mí.
Sé que soy una escritora novata, ni la peor y mucho menos la mejor, sólo una escritora novata. Sé también que tampoco soy la mejor artista y, mucho menos, la mejor de mi clase. Y, obviamente sé que no soy la mejor en demostrar sentimientos.
Pero sé muy bien que las cosas que hago las realizo con pasión, entregando lo mejor de mí y con demasiada esperanza... Con la esperanza de que mis pequeños sueños se hagan realidad.
Tengo sueños, como todos, y sé con certeza que he cumplido muy pocos.
Pero también tengo miedos, muchos miedos que me atormentan día a día y que decido ignorar con la ilusión de mantenerlos guardados bajo mi cama.
(No le digan a nadie pero... mis miedos le temen a la luz).
Supongo que este pequeño secreto es el que me hace querer brillar cada día más.