wilberzon

El siguiente  poema o escrito define un poco lo que era lo que soy y posiblemente lo que quiero ser. .                                       Como un barco sin  timón   Como un novato navegante recorría los caminos de la vida, sin conocimiento y sin ningún guía, nada más me acompañaba el amor y el afecto de mi madre querida, aunque me crio  con valores y principios, no supo la fórmula de como emprender mi vida, pero no se lo cuestiono, ya que estuvo en los momentos más difíciles y me apoyo cuando yo más lo requería, entre tantas batallas llevadas todos los días; recuerdo que teniendo una disyuntiva con mi madre, por no entender lo miserable de mi vida, un día me acerque a mi abuela, y ella con mirada sonriente me decía :”hijo no se preocupe,. Que es mejor ser coleto y después haragán, que haragán y después coleto”  no entendí aquellas palabras que me dijo mi abuela ese día, aunque con el tiempo supe que eran palabras sabias que de su boca salían, Ya que el ultimo hijo que trajo al mundo; a los 18 años heredo una fortuna y sin saber la responsabilidad que llevaría; despilfarro finca, ganados, camionetas y mucha plata desmedida; que pudo haber sido la estabilidad económica para él y su familia. La gente que miraba el panorama desde afuera con mucha intriga decía ¡porque a él y no a los 12 hijos que la doña tenia!  Y la respuesta es muy sencilla ; fue porque que él era hijo de  uno de los ganaderos  más ricos del pueblo en aquellos días; mientras que sus otros hijos el padre fue un humilde obrero que  apenas le alcanzaba el dinero para medio vestirse y para la comida, y con el tiempo a este pobre hombre un carro lo arrollo por la vía, quedando mi abuela sola y con  12 bocas que alimentar una gran responsabilidad para una pobre campesina; pero gracias a dios que ese ganadero le puso el ojo y la acompaño por un gran tiempo de su vida , porque él fue el responsable  de que  mis tíos pudieron alimentarse dignamente y trabajar a su lado… claro;  el que así lo  que quería; aunque el beneficio mayor se lo llevaba mi tío menor que nunca aprovecho esa oportunidad de su vida. Luego de esa reflexión mi hermosa abuela me levanto el ánimo; como si me hubiesen dado vitamina; sin embargo no lograba escapar de los fantasmas de la inseguridad, la falta de actitud y la gran  apatía   que yo sentía. Tenía una sensación de inferioridad que hasta quienes no eran mis amigos; lo percibían. Viviendo por mucho tiempo una vida mediocre; así fue mi vida; como un barco sin timón atrapado en la isla de las bermudas, por 5475 días; luego de vivir en el abismo financiero, pase por muchos tropiezos, estudie en una universidad donde conocí a personas inteligentes que me decían “HAY QUE LUCHAR Y HAY QUE SER FUERTE Y NUNCA RENDIRSE EN LA VIA”  porque no se trata solo de andar por andar; sino de despertar tus pasiones que te motivan. Fui comprendiendo poco a poco lo que los intelectuales me decían; pero lo que me hizo cambiar completamente mi actitud fue, el libro  “su pasaporte al éxito”  ¡qué libro! ¡ Que dicha!;  antes no tenía a nadie que me orientara, ni a qué dirección debía parar, entre tiburones blancos y ballenas asesinas, era lo que el paisaje me iba a presentar; por un lado humillaciones y por el otro pérdidas de tiempo; de cosas que años más tarde , no me iban a importar; pero qué más da; si nunca llegue a tener un padre exitoso y ejemplar; pero gracias a la ayuda divina con el tiempo  eso poco pudo importar; ya que logre relacionarme con gente prospera y positiva y por  a ellos me motive a estudiar; ya no me siento como un barco sin timón que se quedó en  altamar.
El siguiente  poema o escrito define un poco lo que era lo que soy y posiblemente lo que quiero ser.

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                                      Como un barco sin  timón

 

Como un novato navegante recorría los caminos de la vida, sin conocimiento y sin ningún guía, nada más me acompañaba el amor y el afecto de mi madre querida, aunque me crio  con valores y principios, no supo la fórmula de como emprender mi vida, pero no se lo cuestiono, ya que estuvo en los momentos más difíciles y me apoyo cuando yo más lo requería, entre tantas batallas llevadas todos los días; recuerdo que teniendo una disyuntiva con mi madre, por no entender lo miserable de mi vida, un día me acerque a mi abuela, y ella con mirada sonriente me decía :”hijo no se preocupe,. Que es mejor ser coleto y después haragán, que haragán y después coleto”  no entendí aquellas palabras que me dijo mi abuela ese día, aunque con el tiempo supe que eran palabras sabias que de su boca salían, Ya que el ultimo hijo que trajo al mundo; a los 18 años heredo una fortuna y sin saber la responsabilidad que llevaría; despilfarro finca, ganados, camionetas y mucha plata desmedida; que pudo haber sido la estabilidad económica para él y su familia. La gente que miraba el panorama desde afuera con mucha intriga decía ¡porque a él y no a los 12 hijos que la doña tenia!  Y la respuesta es muy sencilla ; fue porque que él era hijo de  uno de los ganaderos  más ricos del pueblo en aquellos días; mientras que sus otros hijos el padre fue un humilde obrero que  apenas le alcanzaba el dinero para medio vestirse y para la comida, y con el tiempo a este pobre hombre un carro lo arrollo por la vía, quedando mi abuela sola y con  12 bocas que alimentar una gran responsabilidad para una pobre campesina; pero gracias a dios que ese ganadero le puso el ojo y la acompaño por un gran tiempo de su vida , porque él fue el responsable  de que  mis tíos pudieron alimentarse dignamente y trabajar a su lado… claro;  el que así lo  que quería; aunque el beneficio mayor se lo llevaba mi tío menor que nunca aprovecho esa oportunidad de su vida.

Luego de esa reflexión mi hermosa abuela me levanto el ánimo; como si me hubiesen dado vitamina; sin embargo no lograba escapar de los fantasmas de la inseguridad, la falta de actitud y la gran  apatía   que yo sentía. Tenía una sensación de inferioridad que hasta quienes no eran mis amigos; lo percibían. Viviendo por mucho tiempo una vida mediocre; así fue mi vida; como un barco sin timón atrapado en la isla de las bermudas, por 5475 días; luego de vivir en el abismo financiero, pase por muchos tropiezos, estudie en una universidad donde conocí a personas inteligentes que me decían “HAY QUE LUCHAR Y HAY QUE SER FUERTE Y NUNCA RENDIRSE EN LA VIA”  porque no se trata solo de andar por andar; sino de despertar tus pasiones que te motivan. Fui comprendiendo poco a poco lo que los intelectuales me decían; pero lo que me hizo cambiar completamente mi actitud fue, el libro  “su pasaporte al éxito”  ¡qué libro! ¡ Que dicha!;  antes no tenía a nadie que me orientara, ni a qué dirección debía parar, entre tiburones blancos y ballenas asesinas, era lo que el paisaje me iba a presentar; por un lado humillaciones y por el otro pérdidas de tiempo; de cosas que años más tarde , no me iban a importar; pero qué más da; si nunca llegue a tener un padre exitoso y ejemplar; pero gracias a la ayuda divina con el tiempo  eso poco pudo importar; ya que logre relacionarme con gente prospera y positiva y por  a ellos me motive a estudiar; ya no me siento como un barco sin timón que se quedó en  altamar.
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