La hija secreta del magnate

Hace diez años, Iván Elliot perdió a todas las personas en las que confiaba. Su esposa lo culpó de infidelidad con su secretaria, y su secretaria, Isla, también declaró en su contra. Juró no volver a confiar en ningún amigo. Y prometió no enamorarse jamás.

Pero diez años después, una niña apareció en su puerta y lo retó a que lo destruiría si no dejaba de destruir su refugio de perros. Iván sabía que era la hija de Isla. La había visto hacía una semana con ella.

Iván le dice que se vaya de su propiedad.
—Nunca he visto a alguien tan despiadado como tú en mis nueve años de vida.

Iván la mira con horror.
—No puedes tener nueve años, porque si los tienes, no vas a salir de mi propiedad.

—¿Te has vuelto loca? —se burló la niña.

—No, pero creo que he encontrado a mi hija.