Lo que vive entre los dos

La vida siempre te pone pruebas de resistencia, cuando me di cuenta de lo invencible que era, fue el día que regresé a mi esposo la solicitud de divorcio firmada.
Pero ahora, la vida me pone a prueba una vez más, pues me siento quebrajar cuando recibo la invitación de su boda.
Lo peor, es que aunque quiera, no puedo odiarlo, pues hay una vida que nos une y esa es nuestra hija, así que estoy atada por siempre a él.
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Cuando Astrid Nilsson me envió el divorcio firmado, quedé prácticamente desecho, eran simples restos de mí andando, lo poco que sobrevivía era gracias a nuestra hija. Han pasado los años y me sigo lamentando por no haber visto antes lo mal que estaba nuestro matrimonio, y yo creí que se podía salvar, eso no pasó y es Eli Brickmann lo único que resta de los dos.