Capitulo 6

Ethan Walker

Clara se quedó dormida en el sofá, envuelta en una manta, con la cabeza sobre mi hombro. No quise moverme. No quería romper ese momento.

La miré en silencio, recordando la primera vez que la vi en la feria, un año atrás. Ella estaba vendiendo galletas con una sonrisa tímida, luchando contra el frío y el miedo de no vender nada. Me acerqué por curiosidad… y me quedé por ella.

Nunca imaginé que una mujer como Clara pudiera cambiar mi vida. Que me hiciera cuestionar todo lo que creía que era importante. Y sin embargo, ahí estaba. Dormida en mi casa. En mi mundo.

Me levanté con cuidado, la cubrí bien y apagué las luces. Pero antes de irme, me detuve en la puerta y la observé una vez más.

—No voy a volver a fallarte —murmuré.

Clara Bennett

La mañana siguiente amaneció con cielo gris y viento fuerte. La feria seguía en pie, pero el clima amenazaba con arruinar el día. Aun así, salimos temprano. Ethan insistió en acompañarme.

—¿Estás segura de que quieres abrir hoy? —preguntó, mientras me ayudaba a montar el puesto.

—Sí. La gente espera mis galletas. Y yo… necesito sentir que sigo adelante.

Todo iba bien hasta que una ráfaga de viento tiró parte de la decoración. Una de las cajas cayó al suelo, rompiendo varias bandejas.

—¡No! —grité, corriendo a recoger los restos.

Ethan se agachó a mi lado.

—No te preocupes, lo arreglamos.

—No es solo por las galletas —dije, con los ojos llenos de lágrimas—. Es todo. El viaje, la feria, tú… siento que estoy perdiendo el control de todo.

Él me tomó de las manos, firme pero suave.

—Entonces déjame ayudarte a sostenerlo.

Y en ese momento, entre nieve, viento y galletas rotas, entendí que a veces el amor no es perfecto. Pero si es verdadero, siempre encuentra la forma de quedarse.