Capítulo 30

Alexander y Paige habían colocado las cosas de la cesta alrededor de ellos y se habían sentado en el suelo junto a Mely sobre una manta, Grace había guardado todo lo necesario.

—Siempre que me sentían triste venía acá. El hablar con mi madre siempre me animaba. Era de cierta forma liberador— confesó Alexander.

—Te entiendo, es así como me siento cuando dibujo. Mis creaciones dependen de mis emociones.

— ¿Sabes? Me hubiera encantado que la conocieras. Se habrían llevado tan bien...— dijo con una sonrisa negando con la cabeza.

— ¿Qué?— pregunto riendo al ver su gesto.

—Nada, solo que de cierta forma me recuerdas a ella, eres igual de testaruda; mi madre era increíble cando algo se le metía en la cabeza, pero era tan amorosa y dedicada...

Paige sintió esa emoción ya conocida atorársele en la garganta.

—Yo sé que ella estaría muy orgullosa del hombre en que te has convertido— aseguro tomándolo de la mano.

La mañana la pasaron hablando sobre la madre de Alexander, Paige se sentía feliz de conocer más a su esposo.

— ¿Sabes? Ya tome la decisión— le dijo Paige cuando iban de regreso a la mansión— aceptare la invitación y pondré lo mejor de mí para lograr arreglar las cosas con mi familia.

Alexander sonrió ante la alegría de su esposa, solo esperaba que su familia no la defraudara una vez más.

El lunes todo el personal recibió con buenos ojos a los nuevos empleados, nadie sabía que Jason era hermano de Paige ya que solo Olivia y los directivos fueron invitados a la boda.

Paige estaba trabajando en el momento que alguien toca su puerta.

—Adelante— exclamo para luego ver a su hermano entrar a la oficina.

— ¡Wow! ¿Esta es tu oficina?—Le dijo Jason impresionado; él sabía que la oficina de su hermana sería algo grande pero no espero que tuviera moldes a escala de los escaparate.

La ventana detrás de su escritorio daba una vista impresionante de la ciudad, la mayoría de personas sueñan con una oficina así.

Paige río ante su reacción.

—Mejor dime, ¿Qué tal el primer día?— le pregunto.

—La verdad está siendo algo increíble; el apoyo que nos está brindando la empresa es asombroso, creo que ni en diez vidas podre agradecerle a Alexander todo esto.

Ambos se sentaron en el sofá de la oficina.

—Sabes que Alexander lo hace de buen corazón— le contestó con una sonrisa boba en su cara.

—Lo amas mucho ¿verdad?—pregunto Jason al ver su cara.

—Demasiado, Alexander es todo lo que soñé y aún más. No te mentiré, no somos la pareja perfecta, a veces discutimos por tonterías pero tratamos de hacer lo mejor que podemos.

Aseguro sonriendo.

—Me alegro de verte así enana, te mereces ser feliz. — dijo abrazándola.

—Señora, necesitó su firm....— Miranda se quedó a medio camino al entrar a la oficina de Paige y verla abrazada con uno de los nuevos.

—Debes de tocar la puerta Miranda— le recrimino Paige parándose y tomando los documentos.

—No volverá a ocurrir, señora Ambrosetti — dijo Miranda con una sonrisa falsa, estaba enojada, hoy cuando llegaron los nuevos, dos de ellos llamaron su atención, Tyler y Jason.

Pero lo que acaba de ver en la oficina de Paige, es algo que le puede servir.

¿Qué dirá Alexander al saber que su esposa se anda abrazando con el nuevo en su oficina?

Miranda salió una vez firmado los documentos dejando nuevamente a Jason y Paige.

—Eso fue extraño— dijo Jason al ver la tensión entre esa chica y su hermana.

—Digamos que Miranda y yo jamás podremos llevarnos bien, ella está enamorada de Alexander, aun antes que comenzáramos a salir. Es más; ella lo beso en nuestra fiesta de compromiso organizada por la empresa— le contó Paige negando con la cabeza.

— ¿Qué? ¿Es enserio?

—Si — contesto.

— ¿Y Alexander que hizo? —Pregunto

—La despidió — Jason abrió los ojos con sorpresa— Pero yo hablé con él, yo… hice que de cierta forma la perdonara. Aunque no la soporte la chica necesita el trabajo.