Capitulo 1: Léa

Dentro del gran valle rodeado por montañas, en la cima de la montaña más grande, se erigía un inmenso templo en honor a los seis dioses, en la antesala se encontraba una joven de apenas veinte años, su largo cabello rojo y sus brillantes ojos marrones le daban una belleza única entre todos los habitantes del continente, esa era una de las razones por la que los ancianos, los líderes de la iglesia, la reclutaron cuando apenas tenía trece años, detrás de la joven apareció un grupo de seis mujeres de entre dieciséis y veinte años “Mi lady, muchas felicidades nos hemos enterado de su nueva posición” comentó una de las novicias

“Aura, te lo agradezco ¿pero que hacen aquí? las novicias no tienen permitido subir al templo”

“Los ancianos nos permitieron subir aquí, dijeron que esta noche es nuestra ceremonia de nombramiento, usted será nombrada sacerdotisa principal y nosotras seremos sus siervas, la acompañaremos hasta el final”

“Que nuestros señores las escuché y les brinden sabiduría” comentó una sacerdotisa, las siete observaron a las sacerdotisas, las cuales las guiaron a sus habitaciones, la habitación de Léa era muy lujosa, la cama parecía estar echa de oro al igual que varios muebles, los candiles emitían un cálido fulgor, las sacerdotisas golpearon la puerta y en cuanto escucharon respuesta por parte de Léa, ingresaron con bandejas de plata llenas de comida

“Los ancianos pidieron que se alimente hasta quedar satisfecha, esta es su gran noche”

“Así es, a partir de mañana, usted estará por encima de nosotras” comentó otra sacerdotisa. Léa estaba por responder cuando un ave de color azul ingresó a la habitación “Una Tanzanida, hace años que no se ven por este lugar, una antigua leyenda dice que estas aves visitan a gente influyente o que tendrá el poder para cambiar el mundo” mientras la sacerdotisa hablaba, Léa se acercó al ave y descubrió que una sola pluma era de color blanco, las demás sacerdotisas también notaron la pluma

“Es una vigilante, los dioses deben de haberla enviado para ver su avance” comentó la primera sacerdotisa, ella no sabía que el ave no había sido enviada por ninguno de sus dioses

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Muy lejos del templo en un lugar donde ningún mortal podía llegar por casualidad, tres mujeres observaban a través de los ojos del ave “Hermana ¿estas segura de elegirla?, si sellas el pacto con ella sin estar segura, ya no habrá vuelta atrás” pregunto la mayor a una de sus hermanas

“Estoy segura, sellare mi pacto, pero no es el momento indicado, ella no aceptará” comentó la más joven

“Hermana, ella tomó una decisión y debemos respetarla” comentó la tercera hermana a la mayor

“Lo se, pero ustedes son las más jóvenes, una ya eligió y tu ya tienes a alguien en mente”

“Lo tengo, pero el aún no nace” comento con indiferencia la tercera hermana

“Será mejor dejar todo aquí, los dioses pueden descubrirnos si observamos por mucho más tiempo” comentó la hermana mayo

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La pluma blanca desapareció frente a las sacerdotisas, todas comprendieron que ya no estaban siendo observadas “En cuanto termine de comer, puede llamarnos y vendremos a recoger todo, solo debe tocar esta campana” después de comer apenas algunos bocados, Léa toco la campana y espero que las sacerdotisas retiraran todo, les dijo que deseaba descansar hasta la noche, las sacerdotisas se retiraron y Léa se acostó, su pasifico sueño fue interrumpido por una pesadilla, en la pesadilla, una lluvia de fuego caía sobre el gran valle rodeado por montañas, el templo quedaba destruido al igual que todo el valle, Léa se levantó y tomó la jarra de cristal, se sirvió agua y comenzó a beber, su pesadilla se sintió tan real, pudo sentir como la lluvia de fuego caía sobre el templo, como lo destruía y quemaba los verdes campos del valle, ella dio vueltas por su habitación durante horas, la pesadilla la había dejado muy preocupada.

“Mi Lady” se escuchó del otro lado de la puerta, Léa reconoció con la voz de Aura, por lo que abrió la puerta “¿Mi lady se encuentra bien?” pregunto Aura al verla

“Estoy bien ¿pero que ocurre contigo? Te ves muy mal” dijo Léa

“Perdone mi Lady, decidí descansar pero una pesadilla me despertó”

“Debemos hablar con nuestras hermanas” dijo Léa mientras abandonaba su habitación, Aura la siguió muy de cerca mientras se dirigían a las habitaciones de las otras novicias, en cuanto la noche llegó, Léa había hablado con todas las novicias, todas excepto una habían tenido la misma pesadilla, la que no tuvo la pesadilla, fue por no haber dormido

“Señorita Léa, usted y las seis novicias deben dirigirse al interior del templo, la ceremonia está por comenzar” Léa asintió y regresó a su habitación, se vistió con su vestido azul y blanco. En cuanto salió de su habitación Aura y las seis novicias la esperaban, junto a ellas camino hasta el interior del templo, los ancianos y las sacerdotisas esperaban su llegada

“Léa Nabókov, única hija de Safiye y de Murat ¿acepta esta noche en presencia de nuestros señores volverse sacerdotisa principal y guiar a este mundo por el camino de la luz y la virtud, defenderás las enseñanza y la fe otorgada por los dioses?” Pregunto el anciano principal

“Yo acepto seguir este camino dorado y proteger las enseñanzas y la fe de los dioses ante los herejes” el anciano tomo una corona hecha de rosas blancas y la colocó sobre la cabeza de Léa, recitó algunas palabras para los dioses y luego continuó con Aura

“Aura Black, hija de Iris y Exequiel ¿acepta esta noche en presencia de nuestros señores, volverse sacerdotisa y junto a la sacerdotisa principal guiar a este pueblo por el camino de la luz y la virtud?”

“Yo acepto seguir este camino dorado y ayudar a la sacerdotisa en su camino” respondió Aura, el anciano tomo una corona de Flores distinta a la de Léa, esta estaba hecha con flores de cerezo, en cuanto todas las novicias fueron nombradas sacerdotisas, los ancianos y las sacerdotisas que más años llevaban en el templo, abandonaron la sala dejando a las siete jóvenes solas, fue en ese momento que todas las velas se apagaron en un solo segundo.