MUERTE Y MAS ALLÁ

Muchos dicen que la muerte es el final de nuestra existencia, pero muy pocas personas saben que esto no es así.

Existen incontables teorías sobre lo que sucede después de que una persona exhala su último aliento. Sin embargo, déjenme decirles que no todos se van. Hay quienes permanecen vagando entre nosotros, atrapados entre el mundo de los vivos y los muertos. Invisibles para la mayoría, sus espectros deambulan por la Tierra, haciendo travesuras, susurrando secretos en la oscuridad y, a veces, aterrorizando a los desprevenidos.

Solo los ángeles y demonios podían verlos… hasta que la Muerte se enamoró.

Debo decirles que la Muerte puede pasar inadvertida entre las multitudes. Posee la habilidad de adoptar cualquier forma que desee. Hace muchos años, tomó la apariencia de un apuesto enfermero para poder caminar con tranquilidad por los pasillos fríos y silenciosos de un hospital. Iba detrás de un joven cuya enfermedad terminal ya consumía sus últimos momentos. Le otorgó tres días más de vida, como quien concede una última tregua antes del inevitable final.

Pero aquel acto sería su condena. Un sentimiento que jamás creyó posible, un destello de humanidad en su corazón vacío comenzó a florecer. La Muerte, quien había arrebatado millones de almas sin vacilar, ahora dudaba.

El amor, como ya lo hemos mencionado, es un arma de doble filo. Al llegar la hora señalada para arrebatarle la vida a aquel chico, la Muerte no tuvo el valor de hacerlo. En lugar de ello, lo besó. Un simple beso, pero uno tan poderoso que rompió las leyes que ella misma juró obedecer.

Aquel beso fue suficiente para que el joven sanara milagrosamente, recuperando su vitalidad. Sin embargo, la Muerte no sabía que en ese acto había compartido algo más que un instante de compasión: le había transmitido su don. Un poder inusual, un vínculo con el mundo de los muertos que permitió al joven ver y manipular lo que permanece oculto para los ojos humanos.

Este don no murió con él, sino que se transmitió, como una marca invisible, a ciertos descendientes nacidos del linaje de aquel beso de la Muerte.

Algunos usan este poder para ayudar a las almas perdidas a cruzar al otro lado; otros, para sus propios fines oscuros. Pero esa, mis queridos oyentes, es otra historia.

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