Prólogo.

Hace frío, el viento sopla con fuerza y algunos mechones de tu pelo danzan en el por unos segundos, pero tu sólo lo ignoras y la sigues observando, si alguien que no te conociera te viera, probablemente solo pensaría que lo haces porque es quien esta hablando en este momento en el grupo, pero yo te conozco mejor, lo he hecho por mucho tiempo, sé cuando estas molesto, incluso si ni siquiera eres conscientes de eso.

Tienes esa linda forma de fruncir el ceño ligeramente, apenas perceptiblemente, también noto cuando estas triste, mueves tu pie constantemente y te lo quedas observando, absorto, y seguramente nadie nota por qué lo haces, quizás piensen que lo haces por aburrimiento o simplemente porque si, pero no es así, lo haces porque es la forma en que contienes a todas tus emociones. Por eso, sé con total certeza que la miras porque te gusta, seguramente te sientes muy atraído por ella y no te culpo, es hermosa, su cabello teñido de rosa es increíble, le queda perfecto ese color, parece coincidir con su personalidad tan dulce y ni hablar de sus ojos, su color miel es tan llamativo, no son ojos claros pero mierda son hermosos, ¿eso fue lo que llamo tu atención?.

Porque no te culparía en lo absoluto, ella parece ser un imán que te atrae con su particular carácter, es bastante extrovertida, hasta a intentado hablar conmigo y nadie nunca quiere hablar conmigo, pero ella es dulce, y cuando hablas con ella, te presta completa atención como si fuera muy importante lo que dices, sus grandes ojos son bastantes expresivos y cuando algo le hace gracia parecen brillar como dos esferas de luz.

Probablemente parezco una psicópata, describiéndola, pero juro que no le he espiado ni nada de eso, sólo hicimos un trabajo juntas, ella fue amable y no se mostro decepcionada por tener que trabajar conmigo o me trato de alguna manera en que me hiciera sentir tonta, fue lindo, me gusto estar a su alrededor, pero sé que ahora no voy a poder estarlo. Te gusta y está bien, pero duele, pero es genial, no el dolor que siento, sino el que te atraiga, creo que ambos harían una perfecta pareja, la chica de rosa y el chico de rojo. Nosotros no quedábamos tan bien, es decir, mi cabello es rubio y no pegábamos.

(¿Fue por eso que me dejaste?)

Así que no me sorprende que quieras estar con alguien más acorde a vos, ya sabes a que me refiero, tu eres como un arcoíris en las vidas de las personas y yo soy más como una molesta tormenta, a nadie le gustan las tormentas cuando tienes planes para hacer algo.

Ustedes dos son luz así que pegan mejor y ni siquiera necesitarían pegar sus sentimientos, quiero decir, sus sentimientos pueden ser genuinos y no inducidos por la culpa o la lástima, sino que pueden conectarse y ser un amor genuino, estoy feliz por ti, sé que siempre has querido encontrar el amor, tuvimos varias charlas sobre eso cuando éramos amigos, mucho antes de que saliéramos, y también creo que vos pensaste que yo era esa persona, esa que llega a tu vida y la mejora completamente, quien te hace feliz y con la que quieres pasar el resto de tu vida porque sabes que es tu final feliz, como en los libros. Sé que me entendes, siempre lo hiciste, quizás no debería de divagar tanto, ¿no?.

Es divertido, he aprendido tanto de ti que creo conocerte mejor que a mi misma, ¿no es eso triste? Yo creo que lo es, lo cual no es sorprendente, todo es de alguna forma un poco triste para mi, también sé que todos lo notan, que tengo un aura triste a mi alrededor que aleja a todos, me he intentado desprender de ella pero no puedo, es como si ya fuera una parte de mi, como si alguien la hubiera pegado con la gotita para que nunca se despegue de mi. Es triste, lo sé, yo lo soy, soy patética.Pero tú parecías ignorarlo, como si no te importara, como si no sólo fuera la chica triste que nunca habla mucho y que cuando lo hace no logra mirarte a los ojos, como si fuera mucho más.

¿Cuándo deje de ser mucho más y volví a ser nada?

Creí que había mejorado, que ya era un poco merecedora de tu amor y cuando sucedió eso, vos te fuiste como si hubieras caído en que no te merecía en lo absoluto, lo cual es cierto pero estoy segura que había mejorado, hasta logre tener amigos. Eso nunca sucedió antes de ti, así que supongo que debo agradecértelo, gracias. Pero no entiendo, por qué te vas justo cuando todo parecía encajar en su lugar, es decir, vos y yo lo hacíamos, ya no eramos dos piezas iguales de un puzzle, eramos diferentes y ahora nuestras extremidades si encajaban.

Pero creo que no lo hacían tan bien, porque después de todo nos separamos y si hubiéramos encajado de verdad eso no habría pasado nunca, yo nunca te solté pero debí haberme dado cuenta que el hecho de que sostuviera con fuerza tu mano no quería decir que tu no podías deslizar la tuya lejos de la mía.

El estridente sonido del timbre me sobresalta y la lapicera cae de mi mano, desapareciendo debajo de la mesa en la que me encuentro sentada, vuelvo a mirarte y nuestras miradas coinciden, siento que mi respiración se atasca en mi garganta y mis mejillas queman, vos me sonreís y saludas, tu sonrisa es demasiado hermosa, creo que esa fue una de las cosas que primero me gustaron de vos. No sé que hacer, así que sólo levanto la mano y vuelvo mi vista a mi cuaderno, se encuentra lleno de palabras y rayones, suelto un suspiro, el escribir todo lo que siento estaba siendo de mucha ayuda, es mi manera de vaciar todo lo que hay en mi cabeza.

Los grupos de estudiantes comienzan a entrar al instituto y sé que debería entrar pero el pensar en la asignatura que me toca ahora solo me hace resoplar y cerrar los ojos con molestia, mi cabeza duele demasiado como para soportar la estúpida charla del profesor, ese hombre se cree tan superior a los demás que me sorprende el inmenso ego que tiene.

Muerdo mi labio y cierro mis ojos con más fuerza cuando el viento impacta fuerte contra mi rostro, odio que la tierra entre en mis ojos, o que mi pelo lo haga, es molesto.