DESVALANCE AUDITIVO

Quise titular así, nuestra tercera característica que vulgarmente se le conoce como “fingir demencia”. Es decir, cuando una persona trata de hacer caso omiso a lo que estás hablando, independientemente si estas explicando o contando algo de cualquier índole. Hay una estrecha diferencia entre “oír” y “escuchar”.

Oír: Es cuando nacemos con el sistema auditivo en óptimas condiciones para poder discernir o reconocer todos los sonidos que nos rodean.

Escuchar: Hace referencia cuando ponemos nuestra atención en alguien que nos está hablando o algo que estamos oyendo para poder captar cada detalle. Eso es escuchar (Prestar Atención). Por ejemplo, puedes estar oyendo un programa en la radio, pero en unos segundos no recordaras lo que oíste, ahora sí estas escuchando y prestando atención a lo que dicen en la radio, el día siguiente te podrás acordar de lo que escuchaste y tal vez durante varios días te acordaras.

¿Qué quiero decir con esto? El desinterés hacia una persona mientras estás hablando lo puedes notar de dicha manera con algunas de estas dos características.

A continuación dejo estos ejemplos aquí, para ilustrar el contenido.

Si es mujer puede hacer un gesto sutil e inofensivo como tomar un mechón de su cabello y empezar juguetear con este, si es hombre podría sacar su teléfono y revisarlo a medida que vas hablando y en el peor de los casos podrían hacer muchos gestos faciales como sinónimo de desinterés, pueden mover la cabeza de un lado a otro como observando todo su entorno (que pudiera ser un lugar nuevo o hasta observar su propia casa).  Algunas personas podrán hacer todas estas expresiones de manera intencional para mostrarle a tu sentido común que simplemente no les interesa compartir nada contigo.

Por otro lado el “Desbalance Auditivo” se puede aplicar también en las personas que te distraerán con muchas preguntas innecesarias, para lograr un buen tiempo mientras desarrollan una respuesta casi improvisada.