Capítulo 11: Todo esta empeorando

Viernes 17 de Diciembre. Faltan 8 días para el baile.

Nozomi no respondió, se encontraba sorprendida, tenía miedo pero a la vez estaba enfadada.

Yuji salió del probador con el vestido en mano, lista para pagarlo.

—¡Estoy lista! —anuncia emocionada.

Sin embargo no ve a Nozomi. La busca por todos lados, pero no tiene éxito. Decide asomarse a fuera de la tienda y logra verla de espalda, estaba corriendo.

—¡Nozomi—chan! —grito.

Nozomi corría desesperada rumbo al hospital, pero unos rayos en el cielo anunciaban que pronto llovería, aunque eso era lo menos importante para ella.

Mientras tanto, en el hospital, Kazuya se encontraba frente de la recepción.

—¿Puedo ayudarle? —pregunto la recepcionista.

—Si. Yo… Quiero ver a Hoshino Sayuri —informo con seguridad.

—Solo pueden entrar familiares —comento la chica.

Kazuya traga saliva.

—Yo… Soy su padre —informo nervioso.

—Ya veo… Lo siento mucho —sonríe y comienza a teclear en la computadora—. ¿Puede darme su nombre?

—Endou, Endou Kazuya.

—Muy bien, la paciente despertó hace poco. Así que puede verla, pero por poco tiempo, está muy débil aun —informo cortes.

—Gracias —hizo una leve reverencia y se adentra.

Al estar frente a la habitación, respira hondo y entra.

Sayuri estaba recostada con los ojos cerrados, cuando escucha la puerta voltea rápidamente.

—¿Hermana? —pregunto emocionada.

Al ver al hombre entrar por la puerta, se asombra por completo. Kazuya rasca la nuca, nervioso.

—Tu… ¿Sabes quién soy? —pregunto inseguro.

Sayuri bajo la mirada y cierra los ojos por un momento. Cuando alza la vista le sonríe cálidamente.

—Claro que sí, ¿cómo no voy a saber quién es mi padre?

Kazuya se sorprende por su respuesta.

—¿C—Cómo?...

—Mama no puede esconderlo todo —tose un poco—. Encontré un álbum de fotos… Supe al instante que eras tú.

—Ya veo… —desvía la mirada efusivo—. Yo… No pude venir antes por cuestiones del trabajo y…

—No necesitas disculparte —interrumpió Sayuri—. Nunca pensé que vinieras a visitarme. Me tomo por sorpresa… Pero… —toca su pecho—. Me hace muy feliz —confiesa con alegría.

Kazuya la mira confundido pero al instante cambia su mirada por una de ternura.

—Eres muy diferente a lo que yo creí —confiesa apenado.

Sayuri ríe.

—Es que no te has tomado el tiempo de conocerme —ríe levemente pero es interrumpida por su tos.

Kazuya se acerca a auxiliarla rápidamente.

—No debes hablar mucho —aconsejo.

—Pero… —tose—. Esta podría ser la última vez que pueda —tose—. Hablar contigo —lo mira decidida.

Kazuya se sorprende por su respuesta pero asiente. Unos minutos después, el sale de hospital, mira hacia la habitación de Sayuri desde a fuera y continua con su caminar.

—¡Alto ahí! —hablo Nozomi.

Ella estaba agitada y muy cansada, había corrido desde el centro comercial hasta el hospital.

—Nozomi… —la mira serio.

—¿Q—Qué haces tú aquí? —dijo agitadamente.

Nozomi se acerca lentamente a él. Kazuya no responde al instante.

—Vine a ver a tu hermana.

—¡No tienes derecho a venir a verla! —grita furiosa.

—No, Nozomi. Tengo todo el derecho —aseguro.

—¡Desde el momento que te largaste de casa dejaste de tener derecho! —alza su puño, dispuesta a golpearlo, pero Kazuya lo detiene, Nozomi no tenía fuerza.

—¿Vas a golpearme?

—Ganas no me faltan… —baja la mirada y respira agitadamente—. Pero… —vuelve a mirarlo con lágrimas en los ojos—. ¡Sigues siendo mi padre!

Kazuya se conmueve y la toma de los hombros para consolarla. Nozomi se zafa de inmediato.

—¡No me toques!

Kazuya la mira confundido.

—Creí que…

—Sin embargo… Eso no impide que te odie.

Kazuya se rompe al oírla decir eso.

—Está bien —resignado comienza a alejarse, pero tras dar unos pasos vuelve a mirar a Nozomi—. Yo nunca te he desconocido como mi hija —aseguro y continua con su caminar.

Nozomi no soporto más y se deja caer al suelo. La lluvia comenzó a caer después de eso. Ella apretó los puños con fuerza mientras las lágrimas salían una tras otra.

La rabia salía más y más, ella comenzó a golpear el suelo constantemente.