CAPITULO IV

Después de hora y media de viaje en bus, llegamos al dichoso pueblo el cual es pequeño, caluroso y ruidoso, observo a mi alrededor veo sólo carros tipo Jeep los cuales usan para el transporte en las montañas, la gente acá me miran mucho y me siento extraña, ya que no estoy acostumbrada a tanta "atención".
Veo que mi abuela, mi tía y el esposo de ella se dirigen hacia un señor un poco bajo, ya canoso y muy amable
-Buenas tardes, qué valor tiene el pasaje para campo Iluminado
-Buenas caballero pues vale unos 5000 por persona y salimos en 20minutos 
-Listo mi señor entonces sepárenos 4 cupos para el viaje, vamos a estar en la panadería tomándonos algo
-Bueno cualquier cosa les mando a mi hijo para avisarles cuando partamos

Narra Ekaterina
Seguía hablando por mensajes de texto con el mono, que me contaba que no fueron al cine, en ese momento Andrés el esposo de mi tía llama mi atención
-Ekaterina porque no vas al Jeep y cuidas las maletas mientras nosotros terminamos
-¿Enserio? Vale ya voy pero primero me compro algo de tomar porque este calor no me lo aguanto más
-vaya pues, que uno nunca sabe

Recojo las cosas de la silla, para ir al carro a cuidar todas las cosas que hay allá, mientras veo mi celular y me río de las ocurrencias de Fernando, ya que me manda mensajes de auxilio que se muere de aburrimiento, este si es teatrero, apenas llevo como 4 horas sin vernos, tengo ganas de llamar a su novia para que le quite tanto drama.
Llegué al carro y había una señora muy amable la cual me dijo que me podía sentar donde quisiera mientras arrancaba el viaje, así lo hice subí, mientras esperaba me puse a escuchar música en mi celular, cuando de pronto escucho una voz que me puso nerviosa y sin yo reconocerla me dijo
-Buenas Tardes viajas para campo Iluminado
A mí no me salían las palabras, este chico me dejó sin habla.