Capítulo 28

Nos quedamos en el mundo original de Damen, me dio el anillo el cual me coloque, pero utilizarlo no sería tan fácil como pensaba, no es como el anillo que me dio primero que la magia fluye por si misma sin necesidad de activarla o algo parecido, ahora para este otro anillo tengo que aprender las bases mágicas sencillas comenzando a controlar mi mente lo cual tambien me ayudara si es que tengo que vivir algo parecido a cuando Agramon me controlo.

— Este lugar es muy tranquilo, la gente usualmente no camina ni explora este lugar, por lo cual estaremos completamente tranquilos para seguir con tu entrenamiento — dijo Damen — solo recuerda no ocultarme nada cualquier indicio que tengas de locura tienes que notificarme, de esta manera estaremos a tiempo de posiblemente encontrar una solución

— Bien — conteste

No puedo decir o sentir que sea completamente confiable, pero por ahora me está ayudando y no puedo desaprovechar esta oportunidad si me ayudara a evitar la muerte con más facilidad. Comenzamos a entrenar en un lugar común el bosque, algo sencillo, pero a la vez magnifico, primero nos sentamos en cerca de una cascada donde me pidió básicamente sentarme, relajarme y concentrarme solo en el sonido de esta, parecía sencillo, pero no era así, a cada minuto era distraída por Damen ya fuera que me hablara o simplemente hacia mucho ruido al caminar.

Días creo que pasaron unos cinco cuando deje de preocuparme por el ruido que el realizaba y solo me importaba la cascada, pero ahí no termino despues hubo más distractores, sonidos de aves, animales etc. que no me dejaban concentrarme, pero ¿Cómo hacerlo? No sabía se solo se trataba de la magia de Damen o realmente había una criatura peligrosa cerca de mí que tratara de hacerme daño.

— ¿realmente es necesario todo esto? — le pregunte cansada de todo lo que estaba viviendo

— No te preocupes pronto lo superaras — contesto, estire mis brazos con un suspiro

— Déjame distraerme en algo más, no he entrenado mi físico en varios días, me vendría bien cambiar un poco — dije esperando la mirada de aprobación de Damen

Cuando me dio el permiso para hacerlo, no desaproveche la oportunidad y comencé a entrenar arduamente como lo hacía en el mundo demoniaco, también escogí un árbol el cual pudiera golpear con mis puños aunque esto no es como si tuviera un compañero también trata de imaginarme como si estuviera peleando con uno, primero me imagino a Fidel recordando cada uno de sus movimientos con su espada y esquivándolos uno por uno, no es suficiente, me imagino a alguien más siendo mi oponente, ahora es Dagon y así sigo un tiempo hasta que Damen me interrumpe.

— Serias muy buena actuando que alguien te ataca — dijo de repente — es muy entretenido verte, es como si realmente pelearas con alguien

— Solo me imagine a mis antiguos conocidos — conteste, dejando el entrenamiento

— por cierto, ¿Por qué no usar más tus piernas? — me quedé mirándolo con duda — cuando hice tu evaluación descubrí que tienes más fuerzas en estas que en tus brazos, si das una muy buena patada seguramente les arias un buen daño a varios de tus oponentes

le dije que tomaría en cuenta su consejo y seguí con mi propia tarea, mientras Damen me observaba me decía que era muy hábil y que fácilmente podría derrotar a un oponente fuerte, me afecto un poco porque realmente soy muy débil y siempre lo seré. Le dije que no dijera palabras absurdas, pero solo me miro con una sonrisa cálida y me dijo que no eran absurdas y que no solo se refería de manera física, sino que también tenía una gran fuerza mental y además era muy lista, despues sugirió usar su magia para ayudarme.

— ¿de qué manera?, dijiste que no puedes dañar a nadie con tu magia — le dije

— Bueno mis palabras fueron básicamente que no puedo matar a nadie con mi magia, pero no te preocupes solo realizaría un hechizo de ilusión donde se verán reflejados tus recuerdos solamente, claro que cada vez que los golpees estos simplemente desaparecerán

Acepte felizmente por su propuesta, de esta forma seria más fácil entrenar, aunque sea esquivando los golpes de mis oponentes, aunque también golpeaba a las ilusiones sin tocarlas una vez las realizo, aunque solo me imaginaba a Fidel, Dagon, Cali y a Drugia, estuve entrenando hasta el anochecer. Me tome un buen descanso donde hable más con Damen, cada día hablamos más que antes, aunque realmente en ocasiones me molestan sus preguntas o comentarios como el que me hizo esta noche donde dijo que cual era la razón para solo imaginar a esas personas si claramente cuando miro mis recuerdos había mas demonios mejores. Me enoje con él y lo deje solo, aunque no fuera su culpa, simplemente sé que no actué bien, pero es dolor pensar en esas personas, si por si lo es con mis recuerdos no creo poder verlos, aunque solo sean ilusiones.

Siguiente día, pensé que todo sería normal, entrenaría con Damen y no mencionaría nada más, pero no fue así esta vez él estaba completamente diferente, sus ojos mostraban enojo y simplemente no se quedó cañado cuando me miro, me dijo la verdad, de que si solo seguía huyendo y evitando mi realidad no serviría para nada.

— Esto solo ara que te maten de una manera más rápida, ¿crees que por vivir en un mundo donde seas su única habitante te mantendrá segura?, la respuesta es no, nunca sabes lo que te deparara el futuro y es imposible que un día no te enfrentes a alguien con un poder mayor al que tienes y quiera matarte para obtener tus alas — me dijo Damen claramente abriéndome los ojos — aun te falta mucho por aprender y si no puedes enfrentar tu pasado aunque sea doloroso jamás tendrás la vida que quieres tener aun si solo quieres encerrarte en una cueva

Si él tenía toda la razón, tenía que comenzar a enfrentar mi pasado por más doloroso que fuera, pero tenía miedo sabía que si lo hacía me derrumbaría, entonces Damen me dio ánimos diciendo que confiaba en que podía lograrlo y me ayudaría a ello. Un mar de sentimientos se formó en mí y también de confusión, pero al final me decidí en seguir adelante junto con este hombre que, aunque no confié en el completamente es una persona que por ahora me quiere ayudar, aunque sea solo por su propio interés.