Sinopsis

Cuando encuentras el amor de tu vida, se inicia una eterna historia de amor, yo tengo la mía.

Esta historia inicia durante mis estudios en la universidad, desde pequeña soñaba con ser una buena fotógrafa, retratar los mejores momentos de quienes me contrataban; mientras estudiaba conocí a la persona que me enamoró. Él un estudiante de medicina que se preparaba para ser el mejor médico cirujano, creo que fue amor a primera vista.

Aunque se decía que era un mujeriego y vividor nunca creí aquello, supongo que lo cambié, el amor lo hace ¿no?

Dos años conociéndonos, encontrándonos en nuestras miradas, fue maravilloso, me enamoré más allá de la piel, me enamoré hasta los tuétanos, cuando amas sobrepones la felicidad de aquella persona a la tuya, quieres verlo seguir, crecer y alcanzar sus metas. Y él lo hizo, cirujano destacado en el Hospital Internacional de Florida, todo un ejemplo a seguir. Y yo, bueno logre ser la esposa de aquel ser ejemplar, detrás de todo hombre hay una gran mujer, ¿no?

Hace unas semanas él me gritó, me dijo que su comida estaba sin sal, que estaba incomible y no estaba como él quería, pero yo la probé y a mí me gustó, se lo dije, sentí miedo cuando se acercó a mi con rabia en sus ojos, en ese momento creí que me golpearía, pero no lo hizo, solo llevo su plato a la cocina y salió de la casa.

¿Cómo podía imaginar que aquel hombre llegara a agredirme? Eso es imposible, él no lo haría, nunca.

Hace poco le dije que quería trabajar, obtener independencia económica, pero él me dijo que tenía que ver la casa, que Ligia nuestra ama de llaves no podía con todo el trabajo ella sola. Creo que él tenía razón y lo entiendo, Ligia es mayor y necesita ayuda.

Ahora me siento diferente, me miro al espejo y lo que veo realmente me asusta, ya no veo a la mujer de 25 años que se creía eternamente enamorada, parece que tengo 10 o 15 años más. Ojeras marcadas, mirada triste, pómulos marcados, labios secos y cuarteados; ya no me conozco.

Siento que debo hacer algo, he pensado tanto en mi esposo que me he olvidado de mi vida. He hablado con mi madre, ella dice que esto es normal, ¿acaso sentirme mal en mi matrimonio es normal? Mi abuela, mi verdadera madre me dice todo lo contrario, ¿en dónde quedó la chica que luchó en contra de su familia por estudiar lo que tanto amaba? ¿En dónde quedé?

Por ella buscaré una vida mejor, ya no me importa si me tengo que separar de Julián, solo espero que no sea tarde.