Prólogo

El sol entra tímidamente a través de las cortinas, sus rayos caen en el rostro dormido de Emma,  abre los ojos perezosamente. Veinte minutos después la cama está tendida, ya se ha arreglado y baja a desayunar.

-Buenos días ¿Cómo amanecieron hoy?-dijo apenas entró en el comedor y visualizo a sus padres conversando en voz baja, a pesar de acercarse, no logro entender algo de lo que decían.

-Emma ¿Por qué aún no estás en clases?-interroga su padre, deteniendo abruptamente la conversación que llevaba con su esposa- Ve, inmediatamente, el profesor te debe estar esperando-su voz sale dura, sin una gota de calidez.

-Cariño-interviene su madre- aun no es la hora, ella debe desayunar-acaricia su hombro gentilmente, mostrando una sonrisa genuina.

-Está bien-responde seco.

Se alejó de ellos, yendo hacia la cocina en busca del desayuno.

-Buenos días, Emma-saluda con calidez la cocinera- ¿Cómo estás?-sonríe entregándo el desayuno.

-Buenos días, Flor-le da una gran sonrisa- muy bien ¿Y tú?- sujetó el plato.

-Con bastante trabajo pero feliz-contesta mientras revuelve unas cosas en el sartén.

Al inspeccionar que nadie estaba en la cocina aparte de ellas, se aproxima a Flor.

-¿Podemos seguir practicando en la noche?- preguntó susurrando a lo que Flor asintió guiñándo el ojo-Gracias- susurró devorándose el desayuno para luego subir a la habitación en busca del bolso y otras cosas para las clases.

Afortunadamente cuando llegó al Instituto, Helen estaba en la entrada esperándole.

-Emma ¿Qué tal estás?- la recibe con un fuerte abrazo.

- Mejor que nunca- muestra una sonrisa forzada cerrando los ojos- ¿Y tú?- esquiva su mirada.

-Emma, si hay algo que pueda hacer no dudes en decírmelo-comenta a lo que Emma se mantiene en silencio y ella suspira dándose por vencida- pues bastante bien, con ganas de que regresen las vacaciones-ambas rien mientras ingresan al Instituto.

Clase de Historia a primera hora ¡Que alegría!-decía Emma a sus adentros mostrando la mejor sonrisa.

-¡Buenos días! -les dice a todos el Profesor.

-¡Buenos días! -todos los estudiantes se ponen de pie y luego se sientan.

El profesor comenzó hablar y a escribir en la pizarra. Habían pasado aproximadamente treinta y cinco minutos, cuando tocan la puerta. El profesor interrumpe su clase para abrir, en el umbral está un chico guapo.

-¡Buenos días! Disculpe la tardanza profesor, soy un nuevo estudiante -dice con rapidez el chico por los nervios.

-¡Buenas tardes! -le dice bromeando el profesor- Descuide, pero que no pase una segunda vez o sino se quedará afuera- advierte con un semblante serio, el chico pasa, sin embargo antes de sentarse, el profesor lo sujeta del brazo, lo cual le extraña al chico así que voltea.-Preséntese -sonrió el profesor

-Soy Ricardo Villavicencio -dijo para luego sentarse detrás de Emma (El único puesto vacío de los delanteros).

La clase continuo, con muchos murmullos. Por suerte el timbre del receso sonó. Helen y Emma salieron del salón para ir a la biblioteca como siempre lo hacían.

Al llegar a la biblioteca, saludaron a la encargada. Helen fue a buscar el libro que no ha terminado, mientras Emma recorría cada pasillo en busca de uno diferente, hasta que encontró uno llamativo con la tapa verde “Un Londres Perdido en el Tiempo”. Emma tomo el libro con delicadeza para sentarse en una de las mesas desocupadas a leer y su amiga hacia lo mismo frente a ella.

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Hola! Si he estado perdida por mucho tiempo... Estaré subiendo los capítulos en la medida que se me sea posible, ya que lo haré por el teléfono.

 La PC no reacciona tiene virus. Estuve en Colombia durante un tiempo largo pero no fue viaje de placer. Iré retomando las historias que faltan por completar. No diré un tiempo específico porque falla mucho el internet aquí en Vzla. Pero si garantizo completar las historias y cualquier proyecto que vaya a realizar a partir de este momento no será semejante a lo que he realizado hasta ahora. 

Me disculpo por descuidar las historias y causarles molestia.