Día 446.1.

Subí las escaleras despacio. Comencé a revisar las habitaciones iniciando con la de una mujer. Al llegar a su habitación, allí estaba ella. En la cama, acostada. Quise llorar, quise gritar pero mi voz se fue.

¿Quién era ella? ¿Por qué me duele verla en ese estado? ¿Por qué estoy llorando?

Había mucha sangre. La mujer estaba destrozada. Sus intestinos estaban fuera de su lugar, sus piernas... ya no estaban, ni sus brazos. Solo estaba ella tratando de levantarse, gimiendo. Quien sabe desde hacía cuanto tiempo estaba así.

No podía moverme. Estaba paralizada. Horrorizada. No quise seguir viendo a esa mujer de esa forma, así que cerré la puerta y traté de respirar.

Después de unos segundos decidí revisar el resto de las habitaciones. Habían dos más.

Entré en la siguiente y él saltó sobre mí. No tuve de otra más que defenderme y fue así que con lágrimas en mis ojos y todo mi corazón partido apuñalé su cabeza. Detrás de él salió otro. Me levanté del suelo y tomé su cabeza y lo asesiné.

¿Quiénes era ellos? ¿Por qué me duele tanto el hacerles esto? ¿Qué pasa conmigo?

Mi mente quedó en blanco. No podía pensar con claridad. La adrenalina corrió por mis aún vivientes venas, mi cuerpo se calentó y sentía que mí cabeza estaba a punto de estallar.

Corrí hasta la siguiente habitación y abrí la puerta, no había nada. Abrí la puerta del baño y estaba otro allí acostado en la bañera con su vientre abierto. Una lágrima se deslizó por mí mejilla y lo único que vi en esa bañera era a un monstruo.

Lo apuñalé.

Me volteé y caminé hasta donde estaba la mujer. No me percaté que el hombre de ojos azules estaba en la puerta observándome. Abrí la puerta y la apuñalé también. No podía dejarla así.

Miré mi mano, mi ropa, me toqué la cara. Estaba bañada en sangre. Solté mi navaja y de pronto me faltó el aire. Respiraba muy rápido y me dejé caer al suelo. Comencé a llorar y a llorar.

Él entró en la habitación y trató de hacerme levantar para sacarme de ese lugar. Yo lo empuje hasta que cayó también al suelo.

Comencé a gritar entre sollozos y él al verme tan desesperada y gritando trató de detenerme para evitar que más Caminantes llegaran hasta nuestra ubicación. Me tomó entre sus fuertes brazos y me abrazó hasta que dejara de llorar.

...

Nos vimos una líquida vez en nuestra vida. No sabe nada sobre mí más allá de mi nombre y que yo estaba con su hermano menor Daryl Dixon. Las casualidades de la vida, me encuentro con el hermano menor y luego con el hermano mayor. Me dijo que se separaron tiempo después en Atlanta. Me dijo que tuvo que cortarse la mano por culpa de un sherif loco que lo esposó en la azotea de un edificio.

No sabía nada más.

Tenía la esperanza que él supiera algo más sobre mí pasado. Ahora creo que tengo que buscar a ese tal Daryl Dixon si quiero saber algo sobre mí.

El problema es que no sé por dónde empezar. No recuerdo ningún lugar en específico de dónde estuvimos caminando sin rumbo. Además, estará difícil que lo encuentre aunque siga los mismos pasos por los que caminamos, ya que él debe estar en otro lugar. Es imposible.

Él es mi única conexión con mi pasado. Necesito saber que fue de mí.

Sin embargo, ha pasado mucho tiempo y es probable que ya ni me recuerde. Estoy jugando todo por el todo por tan solo un 50% de probabilidad de resultados positivos. Él debe de tener una vida ya y no creo que quiera recordar el pasado sólo por mí; pero aún así él es todo lo que tengo. Y por lo que me ha dicho Merle, ahora entiendo que aquel hombre que veo en mis sueños es real. Todos aquellos sueños son recuerdos de mi pasado. Un pasado que quiero desesperadamente recordar. Daryl Dixon estuvo en todos ellos.

Le pedí a Merle que me ayudará a salir de aquí para buscar a su hermano, ya que El Gobernador negó mi salida y ahora está muy ocupado con su novia que ni siquiera quiere atenderme, de seguir en esta situación no lo podré persuadir en desistir y me dé la salida.

Es perturbador que después de tanta libertad ahora llegué alguien que te ofrece otro tipo de libertad, pero al mismo tiempo te la niega. Me hace sentir más atrapada. Impotente. Como en una jaula gigante de la que no puedo escapar.

Tan sólo espero que Merle cumpla con su palabra. Debo confiar porque hasta el momento él es todo lo único que tengo en este pueblo que parece vivir en una terrible y molesta fantasía.

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