Capítulo 19

-Éste es el final del trayecto.- Makal se había girado hacia nosotras mientras Chantra aminoraba la marcha de su vuelo, y frente a nosotros se alzaba una enorme cordillera de montañas, pero una de ellas era, con diferencia la más alta de todas, pues aún a la elevada altura que estábamos, no se podía ver el pico de la montaña, escondido entre un mar de nubes sobre nuestras cabezas.

El trayecto no había durado demasiado, lo cuál agradecí, pues aunque disfrutara del paisaje y la emoción que me causaba estar volando sobre un dragón, el viaje acabó por marearme. 

Chantra y Onnath aterrizaron en la base de una montaña, de la montaña más alta de toda aquella cordillera. Aún volando con los dragones, no era posible ver el pico de la montaña. 

-No pueden sobrevolar más allá de estas montañas, les asusta ese sitio.- Makal estaba acariciando la cabeza de Chantra mientras Hillary y yo bajábamos. 

A nuestro lado el resto del grupo se acercaba y descolgamos todas nuestras pertenencias. 

-Bienvenidos a las puertas de Mynydd Mawr.- La montaña, a parte de ser tan alta, no destacaría del resto de no ser por el arco de bloques de hielo que había en medio de la montaña, y además cerca de nosotros había una pequeña cabaña que a simple vista parecía abandonada.- Nosotros nos quedaremos ahí, no parece que se acerque ninguna tormenta, así que estaremos bien.- Tinbok se acercó a su hijo con una sonrisa.- Además tenemos a los dragones, estarán aquí por si necesitáis nuestra ayuda. Pero es mejor que no tardéis más de dos días en regresar, Entonces volverá a haber una tormenta igual o peor que la que atravesaron cuando llegaron.- Todos asentimos con la cabeza mirándonos sabiendo que seguíamos teniendo el tiempo en nuestra contra. Había que darse prisa en descubrir cuál sería nuestro siguiente paso.

Padre e hijo se alejaron un par de pasos en dirección a la casa y miré de nuevo a la montaña mientras escuchaba a Kyle hablar con el resto de mis amigos. 

-¿Y cómo se supone que vamos a continuar?- Pude notar su desconcierto en la voz aunque no estuviera mirándolo. 

-Siena nos dijo la letra de aquella canción, “Cruzar el bosque brillante, subir el colmillo blanco”.- Oí a Hillary recitando la letra de la canción.- Ese es el colmillo blanco, hay que subir. 

-Es imposible subir esa pared.- Eric se cruzó de brazos en cuanto me giré hacia ellos.- No sé a vosotros, pero en ningún momento me enseñaron a escalar.

-“Supera las pruebas”.- Una voz resonó en mi cabeza y me giré de nuevo a la montaña, mirando fijamente aquel marco de hielo.- “Acércate”.

Mi mente se quedó en blanco al escuchar esa palabra en mi cabeza, y mis pies comenzaron a andar solos, me acercaba a la montaña como si algo me arrastrara hasta allí, pero no puse ningún impedimento. Las voces de los demás sonaban cada vez más alejadas pero podía oír sus pisadas acercándose a mi espalda rápidamente, hasta que me alcanzaron y me hicieron detener. 

-Siena, ¿no nos escuchabas? ¿Qué haces?- Hillary me miraba con preocupación mientras me zarandeaba por los hombros haciéndome volver en mí. 

-Lo… Lo siento. Algo me estaba atrayendo hacia esa… Esa puerta.- dije volviendo a mirar al arco incrustado en la montaña, y todos miraron en la misma dirección que yo con el ceño fruncido. 

-¿Qué puerta?- Miré a Eric, confundida y señalé los bloques de hielo. 

-Bueno, no es exactamente una puerta, pero es extraño ver ese arco ahí, ¿no?- Sentí la mirada de los tres volviendo a dirigirse hacia mí, pero no obtuve respuesta, al menos no en seguida. 

-Ahí no hay nada.- Hillary, que hasta entonces había dejado sus manos sobre mis hombros, los apartó y los miré con un leve suspiro antes de seguir avanzando, seguida por los demás.

Me acerqué al hielo de la pared lo suficiente para ver unas inscripciones en un idioma que no conocía del todo. 

-Aquí hay algo escrito, en un idioma antiguo.- dije frunciendo el ceño mientras acercaba mi mano a aquellas letras comenzando a leer las palabras que podía comprender.- “En una tierra lejana el legado Pendragon, su linaje extendido… Atravesar la puerta, es un salto de fe… Sin miedo a caer… La leyenda te llama…” No tiene sentido, repite las mismas palabras, la misma frase expresada de formas diferentes.- dije con un leve suspiro.- ¿Se supone que ésta es la puerta de la que habla?

Kyle y Eric se acercaron a la pared de nieve que había frente a mí, tocando la nieve con curiosidad, haciendo que un poco cayera a sus pies. 

-No parece que haya nada más excepto piedra tras la nieve.- dijo Eric encogiéndose de hombros mientras me miraba, y en ese momento me di cuenta. 

-¿Qué es eso?- Me acerqué a su lado y seguí apartando la nieve hasta que vi algo dibujado en la roca. Una gran espiral cuyo centro era un orificio redondeado.- Un momento.- Recordé las palabras de Dagda al entregarme aquellas extrañas piedras.- "Para encontrar aquello que busco"

Llevé mi mano al cinturón donde colgaba mi bolsa de monedas y busqué entre ellas la piedra blanca que me había dado el Druida, la coloqué en el hueco que había sobre la piedra y antes de darme cuenta la pared se abría ante mis ojos dejándome ver un corto túnel, y al otro lado se extendía un cielo despejado. La brisa que salía del túnel trajo consigo gotas de agua que me golpeaban la cara con delicadeza.