Antecedentes:

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Cuando Lezzandra abre los ojos, siente que su vida es una miseria.

Posiblemente se deba a que desearía despertar como sucede en las películas cliché, con los rayos de sol alumbrando su rostro y la sensación de que está completamente maquillada y con el cabello perfecto. Pero esa no es la manera en la que despierta Lezza, como le dicen de cariño muchos de los empresarios con los que se relaciona su padre, ella despierta en el suelo, con las sábanas enredadas en sus piernas y con el cabello hecho un desastre de nudos. Se levanta y quita el desastre que hay en la triste e incolora alfombra que tiene por suelo. Apenas son las cinco de la madrugada, sin embargo su rutina comienza en unos segundos después, cuando su madre la llame por el interfono y le ordene bajar al gimnasio personal para que ambas hagan un poco de ejercicio juntas.

-Lezzandra, tienes cinco minutos para bajar de tu habitación.

Y así comenzaba su día, con leggins deportivas y una camiseta ajustada que su madre le había obligado a colocarse todos los días. Bajó por las escaleras y tomó una pera que se encontraba en la encimera, camino por toda la casa hasta llegar al gimnasio improvisado. Su madre ya se encontraba en la caminadora por lo que comenzó a estirarse en el pequeño patio trasero. Sus clases de yoga habían surtido efecto y ahora podía estirarse en la mañana sin ninguna complicación o preocupación por romperse un hueso o sufrir un esguince.

Luego de cuarenta y cinco minutos de ejercicio, fue a ducharse. El agua caía tibia, relajando cada extremidad forzada de su cuerpo. Al salir de la ducha, Marline estaba colocando un vestido rojo y zapatos altos en su cama.

-La señora Hyper ordena que se coloque este vestido. Tendrán una importante visita el día de hoy.

Acató todas las ordenes y se vistió de la manera correcta. Su madre entró luego para colocarle una pequeña cadena de oro con piedras incrustadas. Ambas mujeres bajaron para acompañar al gran accionista de las empresas Hyper Dreams, el reconocido Freddie Hyper.

Hay algo que se debe destacar. Hyper Dreams era una empresa reconocida en el mundo de la publicidad en todo Jiferhill y fuera de él. Entonces, la posición de Lezzandra en este mundo era únicamente ser la imagen visual de la familia perfecta junto con su hermano mayor, que estaba en el camino de convertirse en el sucesor de su padre. Las cámaras tomaban fotos por doquier y seguramente aparecería en algún programa de esos que hablan de moda. Luego de algunas palabras de su padre, invitó a los accionistas a una reunión privada, por lo que los reporteros se fueron y las cámaras desaparecieron. Era ahí cuando Alezzandra podía ir a la escuela y hacer su vida normal no tan normal.

Llegando a la escuela, Lezza sabía que su chofer iba a presentar una justificación de su falta a dirección y el problema quedaría resuelto. Por lo que se dirigió a su clase de biología y al entrar fue a sentarse en su lugar. Prestó atención a toda la clase, copió un par de cosas y cuando el timbre sonó, fue la última en salir hacia el recreo. Otra cosa que había que destacar era que Lezza no tenía amigas con las que pasara los recreos, porque todos la tomaban como una figura de élite y deseaban acercársele a la primera oportunidad para conseguir fama, por lo que ella misma las había alejado de su vida. Por lo general se conectaba en Friendline, su nueva escapatoria del mundo en el que vivía y en el cual podía ser lo que en verdad era.

Pero ese detalle formaba parte de la vida privada de Lezza, una vida que nadie conocía y que tampoco quería que fuera una primicia para los medios. Un detalle que posiblemente fuera su escapatoria del mundo en el que se encontraba, una nueva forma de conseguir amistades sin la necesidad del dinero y la posición social, que en su caso, eran las que mas veía la gente a su alrededor. Y lo que mas le dolía aceptar era que no tenia un amigo realmente, pero eso estaba por cambiar. Aunque Lezzandra no supiera nada acerca de esos cambios que se avecinaban.

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