Prólogo

Año 2010 - 10 años atrás...

-Prometo serte fiel, en lo favorable y en lo adverso, con salud o enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Miré con los ojos llenos de lágrimas al hombre que se estaba convirtiendo en mi esposo y di gracias a Dios por habernos encontrado, y porque teníamos frente a nosotros un mundo nuevo lleno de posibilidades, de esperanza, de amor.

Francesco estaba conmigo desde los dieciocho años, y ese día, ya con veintitrés, se convertía en mi esposo. Sonreí mientras me colocaba el anillo, y seguí sonriendo cuando me besó. Ese día no dejé de sonreír al hombre que no sentía miedo de contar estrellas a mi lado.

Esa noche fue nuestra para siempre, y quedó en mi corazón grabada a fuego.

-Para siempre, Trini- me acarició la mejilla mientras bailábamos nuestra canción I want to know what love is, de Foreigner.

Y yo fui suya para siempre.

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Año 2017 - 3 años atrás...

Miré la puerta blanca que acababa de cerrarse y comprendí que ya nada sería igual. El mundo como lo conocía había cambiado. Yo había cambiado.

Cerré los ojos y lentamente dejé de respirar, hasta que tuve que inhalar con fuerza para retomar el aire perdido. Conté uno, dos, tres, cien latidos desbocados, hasta que de mi interior salió un gemido que no se parecía a nada de lo que hubiera escuchado jamás...

Ya nada sería igual.

Dime quién vendrá a ocupar su lugar, porque mis sueños se rompen de golpe...

Nena Daconte