Capitulo 9

Capítulo 9

Única

1234, Valta

Palacio Real de Dinasty

A Kayla se le escapo una lágrima cuando termino de escuchar la historia. Era horrible lo que le había pasado a los Ignis, habían muerto inocentes por la avaricia de un élite.

-¿Como puede haber gente tan mala?- se preguntó.

La directora le coloco la mano en el hombro suavemente.

-Te sorprendería lo malvada que puede ser una persona, y más si esta cejada por la envidia.

Kayla intuyo que estaba pensando en su antiguo maestro Deisor, una buena persona que había matado a sus aprendices, porque estos empezaban a ser más poderosos que él.

-Es imposible que sea una ignis-comento Mack- Fueron asesinados todos.

Melissa negó con la cabeza.

-Existe la creencia de que uno pudo sobrevivir y Kayla debe ser descendiente suyo.

-¿Pero cómo puedo serlo? Mi madre ni siquiera posee magia- indico.

-Tu madre sí que tiene magia, pero no es una Ignis - le contesto la directora.

-Imposible

-Tu madre es una elite, lo sé, porque yo misma le di clase- Kayla se sorprendió.

¿Su madre una elite? Imposible. Ella les odiaba, aborrecía la magia, ni siquiera le gustaba la idea de que Kayla la poseyera.

-Entonces... ¿Es adoptada?- pregunto Oliver.

Kayla le miro, aun con la cara manchada de mohín, estaba guapísimo.

-No, se parece demasiado a su madre- murmuró la directora.

-¿Y su padre?-pregunto Nate.

-No lo sé

Se giro a mirar a Kayla.

-Yo no le conozco, y a mi madre no le gusta hablar de él- murmuro triste.

-Tendré que ir a hablar con tu madre- señalo Melissa- Mientras tanto, tienes que seguir trabajando tus poderes.

Se giro y señalo a Oliver.

-Y tú la vas a ayudar. Eres el mejor controlando el fuego.

Delia estaba comiendo, cuando en una explosión de magia apareció Melissa Murdor en su comedor. Se levanto y la miro con miedo.

-Creo que ya sabes porque estoy aquí, Delia. Tenemos que hablar.

-No voy a hablar contigo-negó

-¿Hasta cuándo Delia?- pregunto Melissa-¿Hasta cuándo pensabas ocultar lo que es tu hija? Cuando los repudiados la mataran al darse cuenta de lo que es.

Delia cerro los ojos con dolor.

-Tu hija está en peligro, así que vas a dejar de comportarte como una niñata y te vas a sentar, porque tú y yo- las señalo- tenemos que hablar.

Oliver miro a Kayla. La directora se había ido hace dos días y ellos seguían intentando volver a desatar los poderes de la chica, pero parecía imposible.

-Inténtalo de nuevo- le ordeno Oliver.

Pero por mucho que lo intentase Kayla no conseguía nada, llevaban tres horas intentando crear unas miseras llamas, pero nada. Kayla solo podía desatar sus poderes provocándolos. Y entonces Oliver recordó como aprendió él a controlarlo.

-Tengo una idea- exclamo- Siéntate aquí.

Kayla se sentó en la silla que él le indicaba y Oliver le tapo los ojos con un pañuelo.

-Confía en mi- le susurro Oliver al oído

Un escalofrío le recorrió el cuerpo. Oliver la agarro de los hombros.

-Piensa en sentimientos poderosos- le ordeno Oliver- piensa en la felicidad, en la alegría, el amor, el odio...

Kayla lo intento, pero nada.

-¿Tienes novio?- le pregunto Oliver y se le acelero el corazón.

Kayla negó. Oliver se acercó más a ella.

-Pues piensa en alguien que te guste- le susurró al oído- El amor es un sentimiento muy fuerte.

Kayla lo hizo, y se descubrió pensando en Oliver, de repente, se dio cuenta de que le empezaba a atraer el chico. Calor se extendió por su cuerpo

-Muy bien -le dijo Oliver- Ahora coge el fuego de tu interior y mándalo a tus dedos.

Kayla así lo hizo, envió el calor que le producía pensar en Oliver a sus dedos.

-Muy bien, abre los ojos- le digo Oliver quitándole la venda

Kayla los abrió, Oliver se había girado y estaban frente a frente. Este agarro las manos de Kayla y las puso delante de sus ojos. En sus dedos se encontraban unas pequeñas llamitas naranjas.

-Ahora apágalas

Kayla así lo hizo. Oliver le acuno la cara con las manos y sonriendo le dijo

-Eres única, Kayla