Gotas de sangre

Todo se ha comenzado a manchar. Mi miedo se hace más grande al igual que cada marca en mis brazos, mientras mi lágrimas inundan mi rostro y la desesperación se apodera de mi cabeza.

Ruego por recibir otro mensaje tuyo, porque ya no se que estoy haciendo, mi piel rasguñada me arde y mi garganta está suplicando que grite y te diga todo lo que mi corazón se ha guardado.

Nuestra canción suena al paso que mis sollozos se hacen llanto y ya no veo las letras, parpadeo buscando un poco de consuelo en el bloc de notas donde he depositado mi dolor. Mientras limpio las lágrimas de mi cuello siento que ya no vas a volver, y para cuando veas esto tal vez ya haya pasado todo.

Tal vez me quedé dormida llorando o ignore todo rastro que deje con mis palabras, porque tengo miedo que después que veas esto ya no seamos nada para el otro.

El mundo se derrumba poco a poco, y a veces quiero abandonarlo todo, han pensado en cambiarnos de ciudad. Me atormenta la noticia, todo lo hace realmente; pero no quiero que lo sepas porque ya me siento un peso, te deje con el dolor en el pecho, mientras yo huyo como un idiota. He reproducido nuestra canción más de 5 veces, porque es lo único que me mantiene vivo en estos momentos.

El mundo se hace gris, mientras suplico otra vez escuchar tu voz, sentir tus manos y volver a sentir paz. Mi mundo se está acabando y con ello mis ganas de pelear, mi hogar se cae a pedazos y no puedo hacer nada, necesito un abrazo, un poco de fé y un par de palabras de aliento.

Mi pecho me arde, respirar es complicado y ya no puedo continuar, me siento tan infantil de hacer berrinches pero sigo haciéndolo.

Me siento una carga, no fui capaz de hacerte sentir mejor, y solo me largue dejándote con el corazón en la mano, quiza algún día serás feliz. Tal vez sin mi, no lo sé, me siento tan inseguro de mi, de que algún día ya no me mires a mi o que ya no vuelvas otra vez. No quiero quedarme sola, pero me lo estoy buscando quiera o no, te alejo, los alejo y termino sentada en el baño llorando.

La sangre es inevitable, pero el universo se destroza lentamente y con ello viene mi dolor de cabeza, mis náuseas y las ganas de llamarte. ¿Qué me detiene? Que no quiero que respondas, a veces espero que te marches, porque yo sé que he hecho y a veces, solo quiero aferrarme a nuestro mundo. Ando entre los escombros de mi hogar, esperando vuelvas y todo sea como antes. El cielo está nublado y tengo ganas de llorar, ya no lo estoy haciendo y eso me es más doloroso, porque no puedo dormir.

Entre los escombros está el recuerdo de un pasado al que parece podría volver, a veces quiero llamarte para sentirme bien, pero me detiene el miedo, la inquietud y mis ganas de hacerlo. No me comprendo un poco, tú sabes leerme o eso quiero pensar; jamás he querido irme, finaliza por décima vez nuestra canción y se siente el vacío de la siguiente, la he cambiado y con ello la esperanza no ha vuelto, ¿Hice algo mal? ¿Por qué no vuelves?

Ya te has ido y lo entiendo, no soy más que el triste otoño que viviste, ¿Por qué todo lo que toco se pudre? ¿Por qué solo no me abandonas? ¿Por qué?

Vuelvo a romperme en pedazos mientras golpeó mis piernas, como si fuera un niño berrinchudo, pataleo con la respiración agitada y aún sigo sin saber de ti. Respiro mientras me quedo sentado con la incomodidad de mi existencia, siento escalofríos y estoy pensando en recurrir a esa navaja de dudoso estado en mis brazos.

¿Por qué no vuelves? ¿Por qué actuó asi? ¿Por qué me siento como un idiota?

Tal vez lo soy, tal vez si no me hubiera ido, estaríamos bien, haciendo más imágenes juntos, riendo de lo que hacemos y tal vez, solo tal vez, volviendo a ser lo que éramos.

He roto toda promesa que hicimos, ¿Por qué te quedaste? Se siente tan irreal, el mundo se acaba y con ello mis palabras.

Te amo, pero ya te he herido más de una vez, ¿Por qué no soltarnos?