Capitulo 4:Promesas con letra chica

Las palabras más bonitas son las que vienen sin garantía.

"Siempre juntos" sonaba a verdad absoluta cuando lo susurrábamos a media luz, como si el simple acto de decirlo pudiera blindarnos contra el olvido."Imparables" era nuestro grito de guerra, "vos y yo contra el mundo"nuestro himno personal.

Pero nadie nos advirtió que el amor tiene cláusulas ocultas:

1. La del desgaste: Cada"no pasa nada hermanito" ante un problema no resuelto resta puntos a la conexión.
2. La de la soberanía emocional: El derecho a retirarse sin explicaciones cuando el miedo supera al cariño.
3. La más cruel: Que un corazón puede seguir amando mientras el otro ya está empacando en silencio.

Hoy, meses después, mi dedo pulgar sigue traicionándome. Como un acto reflejo, te escribí en tu encuesta trivial sabiendo perfectamente que mi mensaje se perdería en tu bandeja de entrada, entre notificaciones de ese grupo de WhatsApp y memes que ya no me compartís.

¿Por qué lo hice?

Quizás porque mi cerebro todavía tiene marcado tu número como "casa" aunque ya no haya nadie para responder. O porque sigo siendo ese romántico incurable que prefiere el dolor de la esperanza a la paz de la rendición.

La verdad es simple: no superé nada. Solo aprendí a disimular mejor. A esconder el temblor de mis manos cuando pasa alguien con tu perfume. A sonreír cuando mencionan tu nombre como si ya no me quemara por dentro.

Pero en las madrugadas, cuando el mundo duerme y ya no tengo público para mi actuación, acepto la verdad:

Sigo esperando.
No el regreso imposible.
Sino que algún día deje de dolerme tanto haber creído en promesas que nunca vinieron con manual de instrucciones.