Epílogo

10 años más tarde

Estaba en el cementerio frente a la tumba de Tyler Marshall y de Alec, me arrodille dejando las características flores plateadas del enorme roble del Edén, habían pasado casi 11 largos años después de su muerte, y dolía casi como el primer día, ya me había hecho a la idea de su perdida, y que jamás volvería a verlo, a mi lado mis hermosas hermanas dejaban sus arreglos florales. A sus 16 años lo recordaban y lo extrañaban, cada vez que venía a verlo, ellas me acompañaban.

Con gran trabajo logre entender por qué lo había hecho, si yo estuviera en su lugar también habría dado mi vida por salvarlo, lo entendía. En este tiempo todo volvió a su lugar; Abadon y Gregorio se mudaron a la antigua a casa del Ángel para formar un hogar y un año después de mi regreso, lograron casarse y unirse completamente de todas las formas posibles; en unos meses les será entregada su primera hija, una dulce brujita bebe que fue abandonada en el mundo humano.

Anabelle y Freya, son la pareja más explosiva, en estos años habían discutido y terminado tantas veces que ya había perdido la cuenta, jamás duraban más de un par de días separadas y regresaban, era consiente de todo el amor que sentían la una por la otra.

Mis padres habían emprendido un viaje por el mundo, acompañados de Cristina y Taylor que deseaban descansar de sus 200 años cuidando de la manada, mi padre Gabriel y María mi nana habían iniciado una relación, cosa que al principio lejos de disgustarme me pareció fantástico, ellos dos habían perdido a sus parejas eternas y tenían derecho a ser felices.

Lucifer por el contrario seguía siendo un mujeriego en todo el sentido de la palabra, él no encontraba a su pareja eterna y tampoco deseaba encontrarla, decía que disfrutaba de los placeres de la soltería, yo no decía nada, mientras él estuviera feliz, para mi estaba más que bien.

Robert y Marian, estaban esperando a su primer bebe, ellos no se casaron, dijeron que para ellos no era necesario hacerlo, en este momento viven en una de las casas colindantes con Nightmare y esperan a su primer niño.

Nathaniel y Annie no regresaron, Annie se enamoró de Grecia y de vez en cuando hacen visitas esporádicas para visitar la tumba de su hijo y saludar a la familia, vivían en uno de mis hoteles, yo estaba encantada con que ellos hubieran podido encontrar su paz y si eso era en Grecia en uno de mis hoteles, no era nadie para negarles algo.

Samuel dejo su trabajo como jefe de seguridad y se convirtió en mi consejero, no había mejor candidato para el puesto que él y estaba agradecida porque estuviera a mi lado apoyándome;  sabía que lo que lo había motivado a ser mi consejero, era mi irreverente asistente.

Durante el año que me alejé de mi familia, me topé con una humana rebelde, que escapaba de sus padres que la golpeaban y la maltrataban, toda una fiera en potencia, el verla correr lejos de sus desagradables padres, me conmovió; veía en ella lo que yo fui en mi adolescencia, luego de ayudarle y curar sus heridas, le ofrecí quedarse a mi lado y acompañarme en mi travesía, ella gustosa acepto.

Era más que obvio que tuve que contarle de este mundo y ella me pido que la trajera conmigo, al principio no estaba muy convencida, luego de mi regreso, pedí a mi padre que me permitiera traerla, él acepto encantado y una semana más tarde de mi regreso la traje a vivir a Azaurus conmigo, convirtiéndola en mi asistente personal; lo que no tenía idea que pasaría es que ella sería el alma gemela de mi hermano Samuel.

Los primeros cinco años para mi hermano fueron los más duros, ella no estaba dispuesta a ceder y él no estaba dispuesto a dejarla ir, fueron los años más explosivos que pude vivir al lado de ese par, hoy en día son la pareja más amorosa; Amery hace la vida de mi hermano más alegre.

William y Adriana se habían casado hace menos de un año y hoy llegarían de su luna de miel, para celebrar el cumpleaños de Tyler mi pequeño hermano, quien había quedado bajo mi cuidado, junto con las gemelas, ellos no deseaban realizar ese viaje y mis padres respetaron su decisión; yo prometí que quedarían bajo mi cuidado y los protegería como si fueran mis propios hijos.

Mis tres hermanos eran el trio maravilla, a pesar de que Tyler era menor que las gemelas, su desarrollo como lobo le permitía tener el mismo crecimiento mental que mis hermanas, que crecían como un par de humanas así su naturaleza sea Angelical; eran mis tres terremotos, que hacían mi vida menos solitaria y vacía.

Carter había asumido su puesto como alfa y mi mejor amiga como su luna, una muy embarazada, por cierto, Johanna estaba a la espera de dos hermosos gemelos, que se esperaba fueran varones, los futuros alfas de la manada, se suponía que nacerían dentro de una semana maso menos y todos estábamos ansiosos por su llegada.

El resto de mis hermanos y amigos siguen en busca de su pareja,  mientras tanto disfrutan de la vida como solo ellos saben hacerlo.

Yo claramente estaba sola, había tenido parejas esporádicas con las que saciaba mi placer y mis deseos carnales,  no pasaba de algo más de una noche, nunca más volví a entregar mi corazón o mis besos, y en realidad no creía que lo hiciera alguna vez; no esperaba enamorarme o sentar cabeza como muchos de mis familiares lo hacían.