Regresaré de inmediato

Está bien, está bien, te diré la verdad. Comencé a trabajar en un nuevo lugar y esto es temprano, solamente que no había querido decírtelo porque mi nuevo trabajo es... un poco más pesado que el otro. Aquí sí tengo que cargar mercancía y cosas así.

Anya se quedó callada, en algún momento y a la vez un poco sorprendida.

—¿Qué trabajo es ese?

—Fíjate que estoy trabajando en una fábrica de alimentos y bebidas. Entonces, sabes que cuando llega mercancía, pues hay que bajar todo eso de los camiones y es parte de mi trabajo.

—Entiendo. Bueno, no te voy a reclamar por eso. Es un trabajo, después de todo. Me hubieras dicho desde un principio y tal vez lo hubiera entendido. Y no tendríamos que haber pasado por esto.

Ella solamente estaba fingiendo para no seguir discutiendo. Era claro que él no se había retirado y ella lo sabía.

—Bueno, cariño, me voy. Y de nuevo, lo lamento. No quería gritarte, pero te prometo que no volverá a pasar.

—Pues eso espero. Cuídate mucho, te estaré esperando. ¿Sabes más o menos a qué hora vas a llegar?

—Pues, como es un trabajo de tiempo completo, puede que llegue más o menos como a las 6 de la tarde o algo así.

—De acuerdo, no te preocupes. Tal vez estoy en la casa de mi amiga por un rato y después vengo a hacer los quehaceres.

—De acuerdo, de acuerdo. Puedes ir a donde quieras, cariño. Sabes que jamás he estado en contra de eso. Y puedes hacer lo que quieras...

Anya le dio un beso rápidamente y él se fue de la misma manera. Sin mirar atrás, ella se frotó la barbilla y, cuando vio que pasaron más o menos unos minutos, comenzó a seguirlo. Pero él ya no se veía por ninguna parte.

¿Tan rápido había caminado?

—Y a dónde fue este. No había pasado mucho tiempo desde que se fue y ahora resulta que fue como si se lo hubiera tragado la tierra. Mejor me regreso a casa, no vale la pena...

La intriga la aturdía día y noche. Para no pensar más, se puso a limpiar. Mientras pasaba la esponja por el suelo, intentando quitar las manchas que provocaban sus zapatos, reprodujo una canción de Sam Smith.