¿Qué es el amor?

Anya se había quedado dormida y Valois me estaba llamando. Reconocía ese silbido, a dondequiera que estuviéramos.

—¿Rowen, ya Anya se durmió?

—Sí, se quedó dormida...

—¿Y la pasaron bien?

A la verga, había olvidado que este idiota puede leer mentes.

—¡Ya deja de ser un metiche, Valois! Soltó una carcajada larga y sonora y luego se sentó a mi lado.

—¿Qué sientes cuando estás con Anya? Su pregunta me causó un poco de celos y lo volví a mirar.

—¿Por qué no me dices qué sientes tú cuando estás con ella? La sonrisa de Valois se desvaneció, reemplazada por una expresión de ofensa.

—No siento nada por Anya. Solamente que hace siglos que no sé qué es el amor.

—Sí, desde lo que pasó, supongo que... No has vuelto a enamorarte.

—No me gusta hablar de eso, pero gracias por estar siempre para mí, hermanito. Valois y yo siempre hemos sido muy apegados, desde niños hasta ahora. De hecho, él fue quien me ayudó a construir una relación con Anya. Sus consejos eran increíbles, más que ella, que era y es humana.

—¿Recuerdas cuando la conocí?

—Sí, parecías un oso de felpa en lugar de un siniestro.

—Ay, por favor, ¿siniestro yo? Soy adorable. Tu cabello es color sangre, eso sí es siniestro.

—La sangre no es lo único rojo. Es un simple color, idiota. Las risas de los dos hermanos se mezclaban mientras se recostaban en el capó del auto de Rowen.

—¿Y si buscamos algo para beber? —Pues no suena mala idea. Después de todo, mi "fresa con crema" está dormida, así que estoy aburrido. Valois no pudo evitar reírse a carcajadas.

—¡Entonces admites que utilizas ese tonto apodo para dirigirte a Anya! Es la mejor noche de mi vida. El rostro pálido de Rowen no pudo evitar sonrojarse ligeramente.

—Es normal que las parejas utilicen apodos tiernos, no me juzgues.

—No lo hago, hermanito. Solo que crees que eres duro, pero en realidad, tus sentimientos los maneja una humana. Rowen ya estaba frustrado.

—Al menos ella me ama a pesar de lo que soy.

—Claro que sí, pero eso no quita nada. ¡Admítelo! Exclamó Valois, riéndose cada vez más fuerte.