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Sara estaba mas que nerviosa por lo que iba a decir sobre todo por que parecía que todo el pueblo poso su mirada en ella.

por unos minutos se mantuvo en silencio, ordenando en su mente aquello que a la vez le daba miedo y ansiedad y por fin el silencio que por algunos momentos pareció eterno.

- la noche es muy hermosa.- dijo Sara, los nervios la estaban matando.- como saben, en esta  noche elegiré a las personas quienes formaran  parte de mi corte real, en cuanto mi coronación llegue.

dicho esto ella suspiro con un poco de ansiedad, sus padres y Adonai la observaban con mucho detenimiento.

.- primero, LA DAMA DE HONOR, se me es grato anunciar que Danila Corn, sera nombrada como mi dama, EL GUERDIAN DEL SELLO, Lucian Corn.

y asi, la joven princesa nombraba a sus amigos y que puesto ocuparian, al termino de la ceremonia inaugural del Congreso real, la mirada de Sara se poso en aquel joven que minutos atrás había tomado su delicada mano.

—vamos, no la veas así.— dijo Danila tocando el hombro de Adonai.

El joven dirigió la mirada hacia la chica que seguramente le seria de gran ayuda.

—¿Cómo pretendes que la vea?— cuestionó el joven con una mirada retadora.

Danila pensó en su respuesta y como era de esperarse dejo atónito al chico, Lucían veía divertido la escena que su hermana y Adonai habían armado, se dirigió a donde se encontraba John.

—¿Listo o nervioso?— pregunto lucían

— vamos, no responderé.— dijo jugando con sus dedos.
Lucían no pregunto mas al respecto y dejo que John y Rommel concluyeran la parte del obsequio que tenian preparado para Sara.

Un hermoso sonido producido por una trompeta inundó los oidos de los invitados y los.confines del castillo, luego comenzo la hermosa voz del chico que tenia una hermosa sonrisa en el rostro y amor en su corazon, aquellas mejillas enrojecidas de.John daban a la noche un aire de felicidad, pues no solo producia el sonido con el aire que viajaba de sus pulmones hacia la boquilla del instrumento si no que también con el corazon.

Al termino de aquel detalle Sara agradecio el gesto con aquella hermosa y dulce sonrisa que alegraba el mundo.

Adonai ardía de celos por el gesto, pero no lo demostró. Aun con la gran furia en su ser, el chico tomo la mano de Sara  y la guió hasta el centro de la pista en donde acompañados por la dulce melodía, sus pies y cuerpos parecían ser uno para el otro.

termino aquel gran festejo, todos los invitados fueron retirándose poco a poco, luego de algunos minutos Sara se encontraba sola con aquellos que siempre estaban ahí para ella y que nunca la dejarían sola; esta ocasión no fue la excepcion,.

Danila, acompaño a la joven princesa hasta su habitación, donde la almohada, las paredes y Danila eran testigos de los secretos de Sara y de aquellos sentimientos que albergaba aquel puro corazón.

-Danila.- la llamo Sara.- ¿que opinas de Adonai?.- pregunto un poco distraida

-es un buen chico, pero de verdad que no tengo la menor idea de que responderte.- dijo Danila un poco triste, le decepcionaba el echo de no poder ayudar a su mejor amiga.

- ya veo, ¿y el, que opina de mi?

-Sara, no me concierne a mi responder tu pregunta, sin embargo no me gusta verte de esta manera, el opina que eres la mujer mas hermosa que ha visto en su vida, le gustan tus ojos, tu pelo, tu piel, todo de ti le parece hermoso, y si me permites, creo que tiene razón.-

Danila suspiro mientras sentía el peso de Sara sobre ella, la joven princesa se había enamorado de "un completo extraño", a primera vita, sin embargo, aquel amor que iba en ascenso tenia una gran historia de trasfondo, una que se seguiría repitiendo hasta que los protagonistas de la historia lograran al fin ser felices sin ningún tipo de interrupción.

la noche se iba haciendo mas oscura y los ojos de Sara se iban cerrando mientras Danila acariciaba su largo cabello, después de algunos minutos Danila tomo la forma de la paloma y salio de las murallas del castillo, tenia que ver a Adonai y saber si de verdad aquel sentimiento era mutuo.

mientras en el cielo, las alas de aquella paloma se llenaban de la brisa nocturna, en tierra, un joven añoraba aquellas veces que Sara reía con sus graciosas muecas y sonreía al escuchar las bellas melodías que producía su instrumento, miraba al cielo rogándole que le devolviera aquellos días de felicidad; pero bien sabia que era el pasado, que jamas volvería a ver a su amada de esa manera y que muy pronto la perdería para siempre y en la soledad, su condena eterna cumpliría por haber  soñado despierto una historia que solo existía en la ficción...

Por otra parte Adonai miraba el cielo con un brillo inusual en sus ojos,Danila tomo de nuevo la forma humana y toco el hombro del joven quien le saludo de manera amable.

-quiero preguntarte algo.- dijo Danila rompiendo el silencio

-dime.- respondió Adonai

-¿que sientes por Sara?.- Danila alzo la mirada

Adonai quedo unos minutos pensativo, pensaba en lo que de verdad sentía por ella, ¿acaso era cariño?, ¿acaso el solo sentía atracción por la belleza de Sara?, ¿Acaso el de verdad la amaba?.

-me gusta... la amo... me siento atraído por su actitud y por su belleza... la quiero mas que a mi propia vida, podría decir incluso que cada vez que estoy en su compañía me siento hipnotizado por aquellos ojos.- respondió Adonai