Carta 5: Deseo

Supongo que necesito desahogarme, sé que no eres un objeto pero te deseo, esa sonrisa traviesa, esa piel exquisita que deseo acariciar siempre, esa maldita actitud tan reservada pero rebelde…

Tu cuerpo es único, cada milímetro de tu piel provocaba que te deseara, tus caricias quemaban mi cuerpo, tus labios me transportaban a un universo ajeno a todos… a un lugar donde solo éramos tu y yo y donde nada salía mal. No me pude resistir a tus encantos, sucumbí a ellos y te había elegido, me olvide de las reglas, de los límites, de mi propio sentido común y mis responsabilidades.

¿Porque tiemblo al pronunciar tu nombre? Es difícil ser discreta porque mi mente es paciente pero mi corazón grita tu nombre.

¿Cómo puede la vida empujarme a los brazos de un diablo que luce lo mas parecido a un ángel cuando te sonríe? ¿Estoy mal? ¿Debo renunciar? ¿Debo abandonar mi primer amor aunque no ha comenzado como debería?

Tan complicado, inútil y doloroso, supongo que te seguiré mirando durante este último año con los ojos brillando y cuando te des cuenta de mi amor ten por seguro que ya no estaré, después de todo el amor es pasajero al igual que yo en la vida de las personas.

¿Sabes? Yo jamás había rogado por nada en mi vida, pero internamente deseaba y rogaba que dijeras que me querías, que te importaba, que estabas sintiendo todo lo que yo vivía en ese momento, he tratado de que supieras en cada oportunidad que tengo lo especial que eres con mis acciones, ¿Que tengo que hacer para llegar a ti? ¿Cuánto más diferente que a todos tengo que tratarte? Mi comportamiento es muy diferente, todos lo notan… menos tu.

¡Reacciona! Miras pero no me ves, te hablo pero no me oyes,  observas detalladamente pero se te olvida fijarte en este pequeño detalle, estoy frente a tus ojos solo date la oportunidad de observarme.