Prologo

   Se podría decir que tengo una buena vida en el sentido de lo material, tengo una casa donde vivir, más comida de la que se podría pedir, prendas de ropa del precio de una joya.

   Mi vida en ojos de los demás, es “perfecta”, pero yo no lo veo así, mis padres nunca están, y cuando lo hacen quieren manipularme para ser la hija perfecta, vivo en una familia con mente cerrada, la cual nunca aceptara lo diferente.

   Hubo un momento en mi vida, momento que duro meses, el cual fue el mejor, me atreví a hacer cosas, que nunca pensé hacer y otras muchas que ya hacía.

   Cuando él llego a mi vida, no solo lo empecé a conocer, sino que también me redescubrí, encontré en mí una voz que nunca se callaría, y un fuego que solo anhelaba quemar lo que había sido de mí.

   Mi vida cambio demasiado después de él, hice un montón de tonterías, intenté darle una explicación coherente a nuestra ruptura y todo en lo que se supone quien convertí, se vino abajo. Han pasado algunos meses ya de aquello y aunque aún no estoy lista para enfrentar el daño que me hizo su partida, sí que estoy lista para reiniciar mi vida, de ello ha pasado muy poco, pero mi vida debe seguir con o sin él.

   Y si el destino quiere dejarnos juntos, esperaré a que la vida me lo regrese, por lo tanto, seguiré con la mía, cueste lo que cueste.