Carta 1°

Amor mío: 

                    Aún recuerdo ese Domingo a la mañana como si fuera ayer... Recuerdo haber abierto la puerta y que me sonrieras como si yo fuera tu mundo... Tal vez solo era mi imaginación porque te amaba locamente, o tal vez sí fue así... Nunca lo podré saber... Recuerdo cuando estábamos desayunando y que te reías por todo lo que te decía.

                    No se si fue mi imaginación, pero cuando te fuiste de casa ese mediodía te escuché decir un "Te quiero", pero ahora moriré con la duda. 

                    Me habían dicho que el amor me haría feliz, me completaría... Y aunque tal vez tu solo me veías como una amiga, yo estaba tan enamorada de ti que aunque sea teniéndote así de poco en mi vida me sentía completa. Fui tan cobarde al pensar que sí tenías una mínima idea de lo que sentía por ti te alejarías, fue por eso que jamás te lo dije; y hoy me arrepiento. Pero se que nadie sería capaz de haberme preparado para lo que pasó esa noche.

                   Esa noche... Aún recuerdo esa maldita noche cuando el teléfono sonó y me anunciaron tu muerte. Algo dentro de mí se rompió y se desvaneció... Algo dentro de mi sigue roto. Te fuiste y te llevaste parte de mi alma. Se perfectamente que vos eras mi "felices para siempre", y puede que ya no lo vuelva a tener porque te fuiste.

                  En este lapso de dos años he conocido muchos chicos, pero déjame decirte que ninguno ha logrado hacerme sentir lo que vos me hacías sentir.

                    Te extraño tanto. Todas las noches que he pasado en vela han sido por ti. Nunca ansié tanto la muerte como la ansío desde el día en que no estás. Se que pronto me iré de aquí para estar a tu lado y por fin tener nuestro felices para siempre. Mientras ambos esperamos ese momento te voy a pedir que por favor no me olvides. Tenme presente donde seas que estés, como yo te tengo presente aquí en mi mente estando "viva".