Golpe de gracia

Silencio... este seria un agradable silencio de no ser por la incomoda neblina que me deja a ciegas entre huesos, lodo y un mareo leve.

—Todos, reúnanse en el oeste.— Ordene de mala gana, no quería arrepentirme de haber usado mi habilidad mas poderosa con una pequeña manada de hidralikos, no, la situación era critica y tenia que usarlo si o si.

<<¿Donde carajos estoy?>>
Por mas que intentaba no lograba  ubicarme, eso era lo malo de usar el Back Hell Shot, te consumía mucho si no la usabas correctamente. En mi caso fue el no liberarla con la ayuda de todos mis items legendarios, pero si lo hubiese hecho... ufff Mohevius no hubiese sido el único en quedar devastado.

<<¿Un poco de fuego?—

—Por favor.— Zuplique arregañadientes.

Extendí las manos hacia los lados y dos potentes llamaradas salieron disparadas mientras giraba lentamente. La neblina por fin se esfumo, dejando a la vista un montón de escombros en donde antes había una imponente fortaleza.

Di tres pasos de hechicero y ya estaba en el punto de encuentro, voltee y allí estaban mis muchachos, los guerreros asesinas mas feroces del planeta reunidos con un botín extra.

No pude evitar sonreír, a pesar de que sus armaduras mostraban rasgos de una feroz batalla, ninguno estaba herido de gravedad.

Celendis y Yaslady tenían la piel ennegrecida pero llevaban anillos, aretes, medallas, brazaletes y muchas mas joyas extravagantes sacadas de quien sabe donde.

Falcon estaba sentado en una roca, limpiando con una toalla la sustancia babosa que cubría la mitad de su cuerpo.

Viper trataba de arreglar su casco que estaba abollado, como si ubiese sido masticado.

Drago, ay... tenia toda la parte delantera de su armadura cubierta de flechas, y se las sacaba una por una, gruñiendo cada vez que lo hacia.

A lo lejos venia Arthas que traía dos enormes cuernos, para tenerlas como trofeo supongo.
Y por ultimo Dumtruck, arrastrando la cabeza del dragón al que se había enfrentado.

<<Los amo putos>>
Pensé al reírme un poco.

—Mal...ditos...invasores...— Se quejo una voz un tanto moribunda.

—¿Se olvidaron de uno?— Pregunte mientras caminaba hacia donde se originaba la voz.

—No, solo quería que se dejara morir después de lo que hice pero, creo que no sera así.— Explico Viper, poniéndose de pie al igual que los demás.
 
—Entonces vamos a darle el tiro de gracia.— Dije y me pare delante del moribundo —Vaya vaya ¿pero que tenemos aquí?—

—Gran... cazador...— Murmullo con temor cuando me quite el casco.

—Me conoces, pero que suerte la mía, así no tendré que explicarte todo el asunto.—

—Son tu hombres ¿verdad?— pregunto al ponerse de rodillas.

—Exacto, son los Infernales ¿oíste sobre ellos?— Pregunte al sacar un cigarrillo de la pequeña bolsa en mi pecho.

—Los guerreros y asesinas mas letales del planeta...— Tosió al terminar —Deja que me una...— Pidió con dificultad —Mis habilidades superan las de todos... con excepción del mago... y de ti... por supuesto, no seré un eslabón débil.—

Negué con la cabeza y respondí  —Tus hidras son poco evolucionados, tu dragón es frágil como una rosa, tus fenix no son inmortales y dejaste tirados a tus aliados... ¿Que ventaja obtenemos contigo? ¿Una traición por un poco de paga? No muchacho, todos aquí están al mismo nivel, no por su rango, eso no importa, lo que importa es la lealtad, el espíritu combativo y el estar dispuesto a morir por un compañero, y tu mi amigo no estas a ese nivel, el nivel de los infernales— Se quedo callado, puse el cigarrillo en su boca y lo encendí —Acabalo— Ordene a Viper antes de marcharme y escuche un como el filo de su espada le daba el golpe final.

Cree una pequeña bola de energía, todos me imitaron, lo deje caer al suelo y me teletransporte fuera del reino antes de que toda Mohevius explotara, dando el golpe de gracia.