Capítulo 37

Santiago 

Cuando entro a mi despacho tengo que llamar a Pablo, necesito urgentemente que ubiquen a la persona que envió la fotografía, para así salir de dudas… de una vez! Llamo a Joseph y a Esteban los necesito para cuadrar la seguridad de Avril.

Tocan la puerta…

- Pasen...

- Nos llamó Señor? – me dice Esteban. 

- Si! Tenemos que coordinar la seguridad de Avril, dentro de la universidad, por lo menos hasta que sepamos quien envió la foto y porque está amenazando.

- Claro que sí! Delo por hecho.

- Llamare al rector y le avisare para que esté al tanto. Y los dejen pasar…

- Perfecto! – me dice esteban

- Señor, mañana será el cumpleaños de la señorita Avril, redoblamos la seguridad?

- Dios es cierto, no creo que sea necesario, dudo que alguien intente entrar sin ser invitado, pero estén pendientes de todas formas.

- Si señor así será, el auto ya llego está en casa de su mama.

- Excelente, las invitadas las buscaron?

- Si, están en casa del Señor Julián.

- Gracias, bueno eso es todo cualquier cosas háganmelo saber!

- Así será!

Los veo marcharse y marco el número de pablo, le proporciono toda la información posible de la foto y quedo en enviarle la foto con el sobre para buscar cualquier pista posible en él.

Salgo del despacho un poco más tranquilo, ya la seguridad esta cuadrada, hable con el Rector y con Pablo todo está en marcha y así no quiera Avril tendrá que aceptar la seguridad extra, entro a la cocina y me consigo con Avril metida en la cocina, fastidiando a Inés nunca la deja cocinar siempre se mete.

- Amor la cena ya está lista! – me dice en cuanto me ve.

- Inés, no te dejaron cocinar hoy tampoco? – le digo sonriendo y viendo la cara que me hace Avril.

- Más o menos… esta vez me dejo ayudarla, por lo menos! – me dice Inés entre risas.

- Te quiero Inés, te dejare servirnos la comida, si?

- Gracias al cielo! – dice Inés.

- Bueno amor vamos a sentarnos.. – le digo abrazándola por la cintura.

Caminamos juntos al comedor, Inés nos sigue y empieza a preparar la mesa.

- Tienes que dejar que Inés cocine! – le digo mientras se sienta.

- Lo sé, pero me gusta cocinar y prepararte por lo menos una que otra cena.

- Está bien, y sabes que lo aprecio mucho… - le digo tomando su mano.

Inés entra con nuestros platos y me encuentro con una pasta exquisita…

- Pasta? 

- Si! Me la enseño Camila, espero te guste!

- Me encantara…

- Inés por favor comes.. y me dices si te gusto. – le dice Avril.

- Claro que sí, mi niña – le dice Inés y se marcha…

Empezamos a comer en silencio, la pasta está realmente exquisita podría comerme hasta 3 platos iguales.

- Me dirás que hacías es tu despacho, mientras yo te preparaba esta exquisitez. – me dice sonriendo.

- Jaja! Bueno yo estaba cuadrando tu seguridad, y las cosas para tu cumpleaños que es mañana por cierto!

- Mi seguridad? En serio!

- Si Avril, y no discutiremos por eso..

- Está bien, invite a 2 compañeros de la universidad, no hay problema?

- Amor es tu cumpleaños, puedes invitar a quien quieras, pero gracias por decirme le avisare a Esteban sus nombres para que los dejen pasar...

- Gracias, por cierto..  me debes una sonrisa baja bragas…

- Mmm, la quiere acá en el comedor o mejor en nuestra habitación?

- En nuestra habitación! – me dice

- Bueno vamos… - le ofrezco mi mano y ella la toma con una sonrisa perfecta.

Caminos juntos hasta subir a la habitación, luego de cerrar las puertas ella voltea a verme con su perfecta sonrisa, eso me hace sonreír.

- Allí está esta esa sonrisa, baja bragas.. – me dice quitándose el abrigo que llevaba puesto.

- Así que esta es esa sonrisa.. – le digo acercándome a ella poco a poco... – le escucho gemir cuando me tiene muy cerca.

- Aja... – dice casi sin aliento, rozos sus brazos y subo lentamente hasta llegar a su cuello, y ella cierra los ojos.

Uno de mis dedos acaricia sus labio, los cuales separa para emitir un ligero gemido..

- Esto es lo que causa mi sonrisa… - le digo en su oído, abre los ojos y allí esta ese azul que me mata..

- No solo eso… - dice calmadamente.

- Qué más? – le digo mordiendo mis labios y ella sonríe con malicia, agarra una de mis manos y la guía hasta mi pecado para sentir lo húmeda que está por mí.

- Eso causa en mí… 

La levanto del piso y  comenzamos a besarnos, sin pensarlo dos veces levanto su falda y abro como puedo mi cremallera, cuando la llevo hasta la pared para poder tener soporte, ella gime en mis labios y de un solo golpe sin contemplaciones entro dentro de ella..

- Ahh! – gime.

- Me vuelves loco!

Nuestro movimientos son bruscos pero pasionales, pierdo la cabeza cuando se trata de Avril, nunca en mi vida había sentido esto, esta pasión está perdida de la cordura, este amor…