Feliz Cumpleaños Rogelio

Ya tenía unas semanas asistiendo con la psicóloga, ya empezaba a ser la niñas alegre de siempre. Aunque sé que la separación de mis padres es oficial.

Hoy es el cumpleaños de Rogelio y mi mamá le organizo una fiesta en la casa. Estoy terminando de colocarme la ropa. Mi outfit consiste en una falda plisada de color rojo, negro y blanco. Con una blusa blanca que dice London y unos zapatos negros. Para esta ocasión me deje el cabello suelto y solo me coloque una tiara. Me roció perfume y al verme al espejo y confirmo que todo esta bien salgo en busca de mi madre.

- ¡Mamá!- Aquí estoy, no grites Montserrat - me reprime mi madre.- Mamá ya esta llegando la gente.- Ve y diles que ahorita salgo.

Obedientemente salgo y saludo a toda mi familia. Mi hermano pidió una fiesta de Transformers, y mi madre le contrato animadores y juegos estilo feria para pasar el rato.

- Montserrat.- Hola - saludo a todos los que acaban de llegar.

Mi familia es demasiado grande, por parte de mi mama nos juntamos desde los hermanos de mi abuela hasta la generación actual de los bisnietos. Afortunadamente mi bisabuela sigue viviendo, es la persona mas importante para mí, no es que sea muy apegada a él pero en general mi familia es todo para mí.

Aunque mis primos me digan aveces que soy una persona demasiado consentida, la verdad si pero mis padres me enseñaron a no presumir, a ser una persona humilde, ya que muchas personas no cuentan con los mismos recursos que nosotros y aparte se ve feo ser una persona así.

- ¡¡¡¡Montserrat!!!!

Volteo para saber quién es y son mis primas Cristal y Joselyn. Siempre hemos sido muy unidas, con diferencias obvio pero en sí unidas.

- ¡¡Hola!!

Ellas vienen corriendo a abrazarme y las tres nos echamos a reír. Es lindo poder tener primas que son como tus hermanas, ya que por parte de mi mamá yo soy la única mujer.

- Hola, abuela - la saludo sonrientemente y la abrazo.

- Hola, Montserrat.

Nos abrazamos, y así me la paso toda la tarde hasta que deja de llegar familia. 

Juego un rato, al anochecer empiezan a servir la comida, la cual es sopa fría, frijoles puercos y barbacoa, un platillo muy utilizado donde vivo para fiestas. Nos tomamos fotos con Rogelio en el pastel y los meseros lo reparten a todas las personas.

Al terminar de comer el pastel mi papá llega con un tambor que al parecer es de una batería para niños, y si es una batería porque dos amigos más de él cargan los demás tambores.

. - Rogelio - mi hermano voltea al llamado de padre y pega un grito de emoción. 

- ¡¡¡¡¡¡ME TRAJISTE LO QUE MÁS QUERIA!!!!!!

Mi padre al saber que había complacido a su consentido sonríe y asiente.

La batería es colocada a un lado de la mesa de postres y mi hermano empieza a "tocarla" realmente nomas le pega a los tambores para ocasionar ruido.

Francisco se acerca cuando Rogelio se para y acercarse a padre. Y hace lo mismo que mi hermano. Cuando se quiere parar no puede, me acerco y lo ayudo a pararse y el no puede sostenerse en sus piernas.

- ¡¡¡¡Mamá!!!! ¡¡¡¡Papá!!!! - los llamó.

- ¡¿Qué paso?! - pregunta mi madre.

- Francisco no puede sostenerse en sus pies.

- ¿Pero cómo? - mi padre pregunta sin creerlo.

Nadie contesta porque ninguno tiene la respuesta a esa pregunta. Se llevan a francisco al hospital, la fiesta se termina por ese inconveniente. Rogelio y yo nos quedamos en la casa por lo que mi abuela materna se queda a cuidarnos.

No se que tendrá mi hermano, estoy preocupada pero caigo rendida en la cama, ya que estoy muy cansada por el agotado día.

En la mañana mi mamá nos cuenta que a Francisco no le salió nada en los rayos X, por lo que no sabemos realmente qué es lo que le pasa.

Me alisto junto con Rogelio par asistir a clases de ingles sabatinas que tenemos.

(...)

Llegamos a la casa y vemos a Francisco corriendo hacia nosotros, y mutuamente nos volteamos a ver porque cómo puede ser esto posible.

- ¿Mamá cómo es posible que este caminando? - preguntó.

- Me puse a lavar la cochera, el se quiso bañar con la manguera y se mojo - pero eso solo me dejaba con la intriga todavía y al ver la cara de Rogelio sabia que a él también por lo que mi madre completo -, y así como si nada empezó a caminar.

Sin entender que tiene que ver el agua con que Francisco pueda caminar, me dirijo a comer para empezar hacer mi tarea de KUMON, es una escuela de matemáticas y lectura y redacción en la cual mis padres decidieron meternos como una escuela extraescolar.

Empiezo primero con la tarea de lectura y redacción, no me gusta la verdad detesto estas tareas se me hace algo super aburrido, pero en cambio las de matemáticas me gustan y mucho. 

- Papá no entiendo nada -digo

Mi padre se encuentra detrás de mí y Rogelio a mi lado ya que nos tienen haciendo la tarea de matemáticas.

¿A quién en su sano juicio les gusta esto? Fácil a nadie, son solo números que se fraccionan, dividen, suman y mas. Es la cosa más difícil que e echo.

- Mira deja te explico es fácil - dijo, pero yo solo observo la hoja que tengo enfrente sin entender un carajo todavía. Pero al verlo hacerlo ya entendí y se me empezó a facilitar.

Desde niña observe a mi padre sacar cuentas en su libreta, no sabia bien que sacaba pero lo que sí sabía es que sus cálculos nunca fallaban y cuando lo hacia es porque algo iba mal. 

Yo quería ser buena, ser su orgullo. Pero no sabia si lo lograría.

El tono de una llamada me saca de mi trance y al parecer es el de mi abuela que vino a platicar algo con mi madre, pero no alcanzo a contestar para llevárselo. Al segundo suena otro celular.

- ¡MAMÁ!

Le aviso que sonó su celular y al ver de quién era la llamada se queda en estado de shock.