Karenina

Karenina solo necesita café. Pero él objeta, sería su necesidad y volcaría su vida en ocho días.

Samuel, recién divorciado decide ir tras la mujer que de verdad amó, su primer amor: la amiga de su hermana mayor, su romance de la juventud, porque se ha hecho una promesa, volver a tenerla; pero no en lo sexual, no en lo carnal... no, él se prometió que esta vez, no dejaría que Karenina se escapara.

Ellos están casi en la segunda mitad de su vida, y el café nunca es suficiente si quieres estar despierto viendo al amor de tu vida; no perderán su chance.

Él sabe que ella siempre quiere su café a la roca, nunca suave, y le dará un amor que parece tener aún más cafeína... un amor inmarcesible.