Teoría del Caos y el Bisturí

A sus 25 años, el protocolo de la Dra. Sloane Hayes es inflexible: Cero desvíos, máxima precisión. En neurocirugía, no hay espacio para el caos, y mucho menos para las distracciones de su ex.
​Sloane está en la cima de su residencia, dedicando cada fibra de su ser a salvar cerebros. Pero su mejor amiga está decidida a que Sloane demuestre que ha superado el pasado. Así, en una fiesta ruidosa y abrumadora, Sloane se encuentra acorralada.
Para cortar de raíz el interrogatorio, sus ojos se clavan en el hombre más imponente de la sala: alto, moreno, con un aura de antigua mitología y un brillo particular en la mirada. Impulsivamente, Sloane se dirige hacia él y lo besa. Un beso de pura fachada, una declaración silenciosa de "ya estoy bien".
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