Capitulo 4º Amor fiel

Sofí había sacado la carrera y estaba buscando trabajo en algún museo en Florencia; estaba barajando la posibilidad de irse a Mónaco junto a Estefan; allí podría trabajar.

Estefan era un chico despreocupado y muy inteligente, hasta que la conoció. Su amor hacia ella le hizo cambiar su forma de ver la vida y de pensar.

Sofí cogió unos días para ir a visitar a Estefan; le quería dar una sorpresa.

Estefan tiene un piso en una hermosa zona en Montecarlo, donde allí trabaja como pintor, aunque todavía no ha tenido suerte y no está reconocido... Ese día tenía una exposición en el museo de Villa Paloma.

—¡Hola, amor! —¿Cómo estás? —preguntó Sofí.

—¡Hola, preciosa! —Pues nervioso, estoy en un museo, con la exposición de mis cuadros. Te extraño mucho, tengo ganas de verte. Este fin de semana iré para allí —dice Estefan.

—¡No creo que haga falta! —contestó Sofí.

Estefan se quedó sorprendido por la respuesta.

—¿Por qué? ¡Es que pasa algo! ¿Has conocido a alguien?

—¡No seas tonto! —Pues claro que no, estoy aquí, en Mónaco, acabo de llegar, estoy loca por verte, amor —dice Sofí.

—¡Estás aquí! Wow, mi princesa, ¡me habías asustado, nena! Qué mala eres, ¡ya te voy a dar yo! —Cuando te coja, jaja —dice Estefan.

—¡Voy para allí, ahora mismo! Nos vemos en un rato, amor. Chao.

—Vale, cariño, me llamas cuando llegues al museo. —Chao, princesa.

Sofí llamó por teléfono a su abuela para que se quedara tranquila.

Paula no estuvo de acuerdo con que Sofí se iría a Mónaco; no estaba acostumbrada a separarse de Sofí.

Llegó al museo donde estaba Estefan; se veía muy bonito y moderno, parecía que estuvieras en Italia. Salió un momento del museo para ver a su chica.

Sofí se tiró a sus brazos, él cogiéndola en brazos y llenándola de besos; sus manos palpaban su cuerpo.

—¿Cómo va la exposición? —Amor, te he extrañado mucho, tenía muchas ganas de verte, cada día te echo de menos mucho más —dice Sofí.

—La exposición no va muy mal; yo también te he echado de menos mucho, eso que nos vimos hace poco.

—Te toca hacerme un tour por Mónaco, es la primera vez que salgo de Italia; lo que he visto se ve hermoso.

—Vamos, entremos para dentro; puedes ver el museo mientras termina la exposición, después te llevaré a comer a algún sitio —dice Estefan.

—No te preocupes por mí, sigue con tu trabajo, no quiero distraer al anfitrión de la exposición —dice Sofí.

Terminó la exposición, y Estefan la llevó a un restaurante italiano, De La Piazza, a comer. Tienen carne de la Toscana; se pidieron un Tomahawk y una milanesa con trufa. Sofí estaba encantada, estando al lado de Estefan.

—Tengo que buscarme un hotel para quedarme, no hice ninguna reserva —dice Sofí.

—¡Para nada! Te quedarás en mi apartamento, conmigo, ¿o me tienes miedo? No te voy a comer, jaja, si me dejas sí —contestó con picardía Estefan.

—¡Para nada! —Está bien, me quedaré contigo —dice Sofí.

No tenía mucha experiencia con los hombres, y no había tenido todavía relaciones íntimas, y para colmo no se lo había contado a Estefan. Se dijo a ella misma: "Eres muy tonta, se lo tenías que haber contado antes". Tenía miedo de su reacción; una chica sin experiencia, ¿qué pensaría él? Nada más pensarlo le daba vergüenza. Se dijo: "De perdidos al río".

Se fueron caminando para el apartamento, y por el camino...

—Te tengo que decir algo, te lo tenía que haber contado antes, puede ser que te moleste —dice Sofí.

—¡Qué pasa! —¿Es algo malo? Estás un poco nerviosa —dice Estefan.

—Bueno, yo… no tengo… —dice Sofí.

—¡Sí! Que no tienes, ¡suéltalo ya! Princesa.

—Que... —¡Soy virgen! —dice Sofí.

Estefan se empezó a reír. Vaya, no me lo esperaba eso, pero me alegro que sea así. No es para sentir vergüenza, todo lo contrario, nena.

La cogió de la cintura suavemente.

—No te preocupes por eso, yo puedo esperar hasta que tú estés preparada. Tiene que ser un momento mágico, para ti bonito de recordar. Te amo por como eres —contestó Estefan.

Sofí lo abrazó y le dio un beso; estaba temblando todavía…

Un tulipán sin agua vive pocos días, pero tu amor y el mío, si se unen, durarán toda la vida...