CAPÍTULO 18

- Explícame una vez más por favor, ¿cómo fue que se internaron en la base de operaciones de Volac, la destruyeron, se trajeron a la segunda al mando y a un soldado del clan Bowie que trabajaba encubierto, y a Cobra cantando alegremente una canción de cuna Shibal? - interroga Dragul a su aprendiz de la misma manera que un padre estaría regañado e interrogando a su hijo.

- Tú y Peter me pidieron que la siguiera a donde fuera, y eso hice.

- Te dije que evitaras que se metiera en problemas.

- Señor, ¿no cree que está siendo un poco severo con su aprendiz? - dice Yerik Vudoyra desde la silla donde se encuentra atado de pies y manos.

El comentario del soldado se hace acreedor de la mirada severa de los dos maestros de magia y artes ocultas.

- Un consejo, no hables mucho enfrente de estos hombres, al menos no por ahora. - susurra Cuervo, quien está parado a un lado del general Vudoyra.

- Listo, la prisionera está asegurada. Nadie se comunicará con ella… y ella no se comunicará con alguien. - afirma Mamba cuando sale de la habitación en la que resguardaron a la delincuente.

- Bien, ¿podrían soltarme ya? - pide Vudoyra con una sonrisa.

Mamba está a punto de liberarlo de las ataduras, cuando Peter la detiene.

- ¿Cómo sabemos que no eres una amenaza? - pregunta el maestro de Cobra.

- ¿Cómo dices? Les traje a Cobra, a su cosa rara de aprendiz y a un delincuente calificado hasta aquí en lugar de ir a una casa de seguridad del imperio. - contesta Vudoyra haciendo ademanes exagerados con las manos, ya que no las puede mover con la libertad que requiere un movimiento sutil. - Y creéme, mago, que tenía suficientes razones para llevarlos por otro lado.   

- ¿Ah sí? ¿Cómo cuáles? - pregunta Dragul.

- Bueno, comenzando por el hecho de que crearon un androide con Inteligencia Artificial (AI) lo suficientemente desarrollada para imitar la personalidad de Cobra. Y por la cara que tienen el muchacho de aquí y Mamba, supongo que ellos ayudaron a crear esa cosa… que ahora es mi ex compañera de armas. Lo cual, y recalco, es un delito en muchas naciones.

- Créeme, sería más sencillo si solo se tratara de AI. - dice Mamba sarcásticamente.

Peter le dirige una mirada seria a Mamba, como indicando que la lengua se le ha ido demás, pero ella no lo comprende hasta que ve al soldado atado en la silla cambiar su gesto de seguridad por uno de incredulidad.

- No… no me digan que se atrevieron a… - los ojos de Yerik parecen querer desbordarse de sus órbitas.

- Sí, sí se atrevieron. - afirma Cuervo antes de terminar con la frase.

- Entonces no sólo violaron las leyes de los hombres, violaron los códigos naturales más sagrados. No se puede traer a nadie de la muerte.

- En nuestro mundo si se puede, y no solo es legal. Además, tenemos toda una rama de artes místicas que se dedica al estudio de la muerte. - contesta Al, el aprendiz de Dragul.

- Tú no intervengas, que aún no me has contestado lo que te pregunté. - reprende Dragul.

- Yo contestaré eso. - dice Cobra anunciando su presencia.

Todos los presentes voltean a ver a la mujer mientras ella camina despacio hacia una silla que hay a lado del general Vudoyra. Cuando pasa a un lado de Peter, trata a toda costa de evitar su mirada como una niña regañada.

- ¿Cómo te sientes? - pregunta Cuervo, tendiendole la mano para ayudarla.

- Estoy mejor, gracias.

Cobra se sienta en la silla despacio, tratando de ignorar las miradas de todas las personas que se encuentran en la habitación y de encontrar la mejor manera de comenzar su explicación. Aun cuando ya se encuentra sentada, el silencio incómodo se hace más que presente, además, la mirada que Vudoyra posa sobre la mujer mecánica no es algo posible de ignorar.

- Increíble. - comenta Yerik, lo que hace que Cobra voltee la mirada hacia él.

- ¿Qué cosa?

- Te hicieron igualita a ella. - contesta Yerik. - Hasta podría jurar que eres ella.

- Eso es porque soy ella.

- ¿En serio eso crees?

Los ojos de Cobra se posan en el brazalete de cuero negro que usa el Yerik tiene en la muñeca derecha. Al verla, no puede evitar ser transportada mentalmente al pasado.

- Aún lo conservas.

Vudoyra hace un gesto de confusión, al igual que el resto de los espectadores.

- El brazalete que te di. Aún lo conservas.