Capítulo 1. Día del cambio

Regreso a mi sala, cierro mis redes sociales, me preparo un poco de café mientras mis gatos duermen plácidamente en mi sofá, reviso mi reloj son 20 para las 8 de la noche, me será imposible conciliar el sueño, pero aun así me tomo el café de unos sorbos.

Me recuesto en mi cama a leer un poco el libro Yo antes de ti, si, sé que es muy pasado pero me gusta leerlo una y otra vez, sobre todo leer esas pequeñas partes que no pusieron en la película como: La hermana de Will, (en serio) creo si se debió aparecer y hacer los panchos que mencionan en el libro, o como cuando Louisa ve al padre de Will con otra mujer, o algo que me marco, el abuso que sufrió Louisa en el condenado laberinto del castillo, me quede impactada cuando lo leí, en fin, es y será mi libro favorito de siempre.

 Tengo dos gatos una se llama Mika es una gata Siamesa muy peluda y hermosa, mientras que Milo es un gato callejero que rescatamos Mika y yo, todo paso cuando salimos al veterinario, ya que Mika tenía unas bolitas en su pecho, Milo estaba solo y desnutrido, gracias a Dios lo salvamos de una vida muy triste.

Despierto cuando escucho una sirena pasar por la calle, vivo cerca de un hospital así que es muy común este tipo de ruidos, me despierto por completo y ya son las 7:40 de la mañana, me quede dormida, así que corro con la pijama puesta, me pongo unos jeans y un blazer junto a unas zapatillas negras, no me alcanzo a peinar así que solo tomo un sombrero y mi bolso, salgo a prisa, cierro la puerta pero me regreso a dejarles de comer a mis gatos.

-Miau- dice Mika cuando cruzo la puerta.

-Lo sé, es por lo que regrese para darles de comer- contesto como es mi costumbre, por una loca razón siempre se lo que me dicen.

Corro por el pasillo, bajo las escaleras, son 7 pisos así que llego agotada al lobby así que cuando escucho el timbre del ascensor me doy cuenta de que no lo tome, solo me rio un poco y salgo para pedir un taxi.

-7:55 a.m. un récord- digo cuando subo al taxi.

El taxista solo sonríe, le doy la dirección y nos dirigimos a la pastelería/oficina.

-Ya estamos aquí- leo el mensaje de Camila.

-Lo sé, llego en 20 minutos- contesto mientras me pongo un poco de maquillaje.

Pago al taxista y corro a la puerta de El dulce de tú vida - si lo sé, estamos por cambiarnos el nombre, pero cuando se nos ocurrió la idea de la pastelería fue el único nombre disponible, todos nosotros, a excepción de Francesca y Camila somos graduados de la misma universidad todos con una carrera diferente, Administración de Empresas, Gastronomía y Marketing, estudiamos Alessia, Emilio, Dante y Yo en la universidad de Monterreal, así que cuando culminamos decidimos regresar a Nuevo Esmeralda para cumplir el sueño de todos.

-Llegue- digo viendo el reloj que marca las 8:10 a.m.

-Nada mal- escucho a Emilio desde su cubículo.

-Pasemos a la sala de juntas- digo caminando delante de ellos.

Nos sentamos, Francesca prepara café, todos lucimos preocupados, prendo el televisor de la sala y vemos el enlace que está circulando por las redes sociales.

Cuando termina el video hay un rotundo silencio, nadie sabe que decir hasta que al fin hablo.

-Debemos prepararnos para trabajar desde casa- digo un poco nerviosa.

-Sera un nuevo reto, tal vez no produzcamos lo mismo que día a día, pero haremos la lucha- dice Camila mientras se levanta para ir a revisar las ordenes de pasteles que se tiene al fin de mes.

Todos lucimos preocupados, pero como la líder debo de mostrar firmeza, aunque me de miedo todo el nuevo cambio.

-Cancelaremos los eventos de marzo, abril y mayo, esperemos que para junio podamos retomar los eventos.

Nos dividimos los clientes, ya que teníamos programados hasta finales de marzo casi 17 eventos, y ni decir de los próximos meses.

-Tenemos que hacer un inventario de la bodega, ver fechas de caducidad y saber que podemos hacer con lo próximo a vencer- sugiero a Alessia -Camila, le puedes ayudar a Alessia- pido para que podamos terminar lo más pronto posible.

-Si jefa- dice corriendo tras de ella.

-Emilio, necesitamos los diseños para decir que estaremos cerrados hasta nuevo aviso, así que tienen que quedar hoy.

Todos hacemos mil tareas a la vez, estamos todos cansados y un poco frustrados, así que sin decirles nada, reviso los fondos en caso de emergencia y dividiéndolo entre todos nos toca un buen dinero para sobrevivir, solo daré el 25% este mes y esperemos que podamos aumentarlo.

-Chicos- digo llamándolos a la sala de juntas nuevamente.

Son cuarto para las 4 de la tarde, y Camila y Alessia aún siguen en la bodega, así que me dirijo a los demás.

-En sus cuentas caerá un poco de dinero, esperamos poder sobrevivir con ello, debemos saber administrarlo, cuidarlo, estar seguros de hacer unas compras sanas y balanceadas- aconsejo a todos -les depositare el salario normal más un 25% para este mes, los próximos meses solo podremos tener el 50% de nuestro sueldo- veo con algunos arrugan su frente y parecen descontentos -así que debemos hacer compras inteligentes.