Epilogo

Estoy recostada en mi cama escuchando música y mirando al techo pensando que cosas habrá en el universo, Adam esta a mi lado jugando con el teléfono de mama casi tan concentrado como yo en lo mío.

-Esas horas que desapareciste preocupaste mucho a mamá –Me dice sin dejar de mirar a la pantalla.

-¿Y tú? ¿Me extrañaste?

- Pues no, tengo más galletas para mí.

Le quito el celular de la mano.

-Ahora no te lo devolveré.

Adam se monta encima para  tomarlo de nuevo a lo que le empiezo a hacer cosquillas.

-¡No! Misa Devuélvemelo.

Entra mama a la habitación.

-Misa, tienes visita.

Adam me toma desconcentrada y toma el teléfono, sentándose en la punta de la cama. Me quita los audífonos con cautela.

-Hola –Dice Steven entrando por mi habitación que se encuentra pata para arriba en estos momentos.

-Bueno Adam y yo vamos a terminar de hacer unas cosas en la cocina ¿No es cierto Adam? –Adam refunfuña.

-Si mama –Se levanta, y antes de salir con mama observa  a Steven -¿Eres el novio de mi hermana?

-No, no soy el novio de tu hermana pero espero serlo –Sonríe. Siento cosquillas en el estomago.

-Te advierto que come muchas galletas.

-Lo tendré en cuenta amiguito –Adam sale de la habitación mientras mi mama le da un leve regaño por lo que le dijo a Steven.

-No deberías estar aquí ¿Lo sabes no?

-¿Por qué no? Ya no vivimos en universos separados por medio de portales que quien sabe a donde tendrá fin.

-Aun lugar lleno de monstruos donde seguramente tenga tentáculos y un solo ojo.

-Prada sabrá lidiar con eso, tal vez se identifique mejor con monstruos. Tal vez les enseñe a lanzar hechizos.

-Espero que no. Suficientes hechizos por este año. Pero bueno ¿Mucha gente te acoso por venir hasta acá?

-Digamos que…

-No me digas que aún tienes los poderes –Steven rueda su mano y una luz azul titila –Tienes que ser cuidadoso ¿Lo sabes no? Si alguien te ve…

-Si alguien me ve será su palabra contra la un gran mundo bastante escéptico a la hora de este tipo de cosas. Pero si me cuidaré, no quiero encontrar una versión hombre de Prada. Ahora ¿Por qué no me has dado un abrazo? –Me abalanzo sobre el apretándolo con fuerza, no quiero que se despegue de mi.

Nos despegamos lentamente.

-Hagamos esto oficial, tengo tiempo sin hacer esto así que…bella dama ¿Desea usted ser mi…

-Acepto.

FIN