Capítulo 3: Aléjate de Mi

...El paisaje era un campo grande, y en su alrededor había flores de todo tipo, el cielo tenía el azul tan claro como antes... La brisa soplaba ligeramente mientras corría por aquel lugar con un vestido morado de seda suelto y mi cabello agarrado con una peineta, sintiendo en el rostro la caricia del viento; me detuve caminando entre flores y tomando un jazmín en mi mano, esos sitios siempre me habían tranquilizado.
Sentí una mano posada en mi hombro, volví la vista hasta verlo colocarse a mi lado y su mano libre puesta en mi cintura; la vida era algo tan hermoso como las flores, dejarla florecer y convertirse en algo bello... Días en los que todo estaba bien.

Regresé a aquella habitación mientras sacaba un par de hojas, con trazos definidos y un claro dibujo de una chica con rasgos perfectamente definidos y joyas sofisticadas; dejé aquello en el cofre y me puse a investigar dentro del armario, sacando chaquetas y camisas, alcancé un traje turquesa fino y su gabardina negra bien conservada. Luego fijé mi vista en un vestido rosa muy elegante.

- Mi vestido... El regalo de papá.

Las imágenes aparecieron nuevamente en mi mente: cumplía trece años, y mi padre había organizado un pequeño banquete invitando a las familias importantes de la región, y aquel vestido había sido un obsequio de su parte. Lo utilicé severas ocasiones durante las cenas junto a las demás familias de la clase alta; cuidaba demasiado aquella ropa...
Descolgué aquello, dejándolo sobre la cama y observando de nuevo el espejo mirando mi reflejo... Mi apariencia...

(Ella)

No supe cuanto tiempo me concentré: piel blanca delicada, curvas pronunciadas, cabello negro y ojos azul claro; llevaba un largo vestido blanco y un collar en forma de flor. Me acerqué de nuevo al espejo, mirando mi rostro... Expresaba una inocencia total y llena de vida, como un ángel en la tierra. Escuché un ruido proveniente de la puerta, seguido por un grito:

- ¡Ella!

Aquella voz la reconocía, la voz que había escuchado varias veces en mis sueños... Una voz que me atemorizaba.

- No puede ser posible... Es él...

- ¡Abre la puerta, Ella!

- ¡Vete, aléjate de mi! -repliqué, retrocediendo hacia el rincón.

- Déjame pasar, maldita humana.

La puerta se abrió, y en el marco lo observé con aquella expresión de terror, de miedo total; inició a caminar a la recámara con esa sonrisa maliciosa.

- ¿Qué sucede, pequeña humana? ¿Acaso no esperabas verme?

- T-Tú... No, es im-imposible... -tartamudeaba, abriendo los ojos como platos.

- No esperabas estar frente a mí, a pesar de no haberte visto la noche en que te mataron. Fue una delicia.

- Aléjate de mi...

Me las arreglé para salir de aquella habitación y huir lejos de él, no era posible que a pesar del tiempo pudiese mirarme, la vista se inició a nublar mientras el pasillo desaparecía y me vi sometida en otro lugar...

(Gabriella)

** La oficina de la Doctora García había aparecido, mientras ésta curaba la herida a Denisse que le había provocado el muchacho hecho cenizas, desinfectando y poniendo algunas vendas. Su rostro era pensativo.

- ''Piensas en aquello, ¿No es así?''

Denisse la miró por unos segundos y asintió.

- ''Las palabras de Ian sonaban seguras. Sí no fuese así, Gabriel y el señor Linares ya hubieran reportado una situación''.

- ''El lugar de escondite de Giancarlo tiene varias habitaciones en los tres pisos del mismo, varias de ellas bajo llave''.

- ''Algo no anda bien por allá... Ha pasado una semana desde que dejé de percibirla, tanto a ella como Leo; no logro encontrarlos en los sueños''.

- ''Les mencioné que no es alguien que coloca hechizos para impedir el paso a los nuestros''.

- ''Mencionó algo...'' -se adelantó- ''Respecto a que Leo ha vuelto con él''.

- ''Aún sigue molesto al ver que Leo protegió a Ella, todos sabemos que intentará cobrarse aquello. No debemos adelantarnos a ninguna idea definitiva''.

- ''Pero, sí eso ocurriera...'' -calló, García fue quien terminó el resto.

- ''Sí eso ocurriera, el país entero estaría acabado''.

- ''Sólo espero que estén bien por allá...''

- ''Hiciste una promesa a Gabriel, cuidar a los chicos de los ejércitos. De Ian''.

- ''Me sorprendió aquello, no pensamos que volvería al Instituto; me asombró el frente que le hizo Dani'' -la escena que los estudiantes vieron con Danielle e Ian había sido lo que causaba revuelo en esos instantes.

- ''Esa muchacha ha aceptado lo que Ian provocó, sacó el carácter que mantenía oculto''.

- ''Fue la primera vez que le veo así, segura y desafiante; creo que cada suceso que ha acontecido los pasados días, es lo que ha provocado el cambio''.