13 *ESPECIAL*

*Omnisciente*




 

Su mirada apagada visualiza con suma atención el frondoso árbol del jardín de su vecino, siente como la brisa da de lleno en su demacrado rostro y como sus huesos se entumecen con ello.

Jamás ha tenido la oportunidad de sentirse libre, de poder gozar de su vida. Vive en un infierno constante sin ningún sentido de por medio.

Pero algo cambió en el instante que  sus ojos observaron una mañana al porche de la casa del frente. Justo ahí, sus ojos se convirtieron en dos vivas llamas al mirar a un distraído hombre que no hacia más que forcejear con la puerta de la casa.

Una sonrisa se curva en sus labios al ver las expresiones de aquel hombre.

Desde su sitio puedo visualizar perfectamente que está en forma y su estatura es mucho más que la de ella, hasta podría decir que tiene una encantadora sonrisa, su cabello castaño está peinado perfectamente hacia atrás... Nunca lo había visto y no es hasta después de unos minutos que lo ve desaparecer.

Desde entonces y hasta ahora no ha parado un segundo en seguir investigando sobre él, cada vez que logra cruzarse con él, es inevitable el descontrol de sí misma. Sus gritos de que lo deje en paz no funciona, y muchas veces a plena madrugada se sitúa justo enfrente de la ventana de la habitación de este y mira embobada al hombre dormir.

El infierno que vive en su casa, se aleja por segundos al estar cerca de ese hombre, el cual se convirtió en una persona  importante sin ni siquiera conocerlo del todo.

El brinda esa paz que nunca ha logrado sentir con nadie.

Delante de los ojos de él ella, es una "loca acosadora" y básicamente eso es lo que demuestra con su insistencia constantemente por estar presente en su día a día.

Pero como explicarle que al tenerlo cerca siente una hermosa Paz , que cuando está a unos pasos suyos logra tranquilizar la tormenta que vive en su interior.

Los días que no logra verle siente como su calma se desvanece, como sus demonios toman control de sí misma destrozando su pequeña felicidad.

—Pareces una enferma mirando de esa forma a la ventana.

Escucha la fría voz de madre, se da la vuelta e inmediatamente baja la mirada. La mujer Le mira con desprecio y se adentra por completo a la pequeña habitación.

—Tu padre tiene una cena hoy, unos amigos suyos vendrán a cerrar un importante negocio. Prepara todo para antes de las 8, no quiero ningún error, Samantha. Cuando termines con todo te arreglas, no quiero que los demás hablen de la familia por tu culpa.

Sin esperar respuesta por parte de ella, se va dejando nuevamente la habitación en su habitual silencio. Ese mismo silencio que evapora la poca felicidad que vive en Samantha.

Sus padres jamás han sentido afecto por ella, desde pequeña y desde que su hermana gemela falleció, su vida se volvió un infierno sin salida. Los maltratos por parte de ambos padres, han opacado su felicidad. Culpan a Samantha por la muerte de su hermana, su ira es descargada en ella sin compasión alguna. Es tachada por "La desgracia de la familia Fuente" 17 años de constante sufrimiento, 17 años de oscuridad.

Sus estudios fueron en casa, hasta ahora logró su bachillerato y aún no pierde la esperanza de poder marcharse muy lejos. No sin antes poder lograr que Adam se fije en ella, que logre darse cuenta lo mucho que ella lo estima y lo importante que es en su vida.

Algo, grita a todo pulmón que él será su salvación...

"¿ Qué estará haciendo, estará bien?"

"Necesito verle"