28. Te quiero.

Jongdae dio un par de vueltas en su cama, se levantó, tomó una soda, se metió al baño en donde se miró un par de minutos al espejo para luego lavarse la cara y salir, dio un par de golpecitos a su quijada con su dedo índice y tras pensarlo mejor, decidió que necesitaba responder aquel mensaje que había llegado a su teléfono por la mañana, un mensaje de Minseok.

"Hola, Jongdae, ¿cómo has estado?"

Era una simple pregunta que lo hacía querer romper todo a su alrededor, ¿qué cómo había estado? deprimido, con el corazón roto, sin ganas de nada, así había estado.

"Eh estado bien, estoy bien"

Se mordió la uña de su meñique mientras esperaba respuesta. Estuvo mirando la pantalla de su teléfono como idiota durante cinco minutos, el tiempo que el mayor tardó en responderle.

"Me alegro, ¿puedo llamarte?"

¿Llamarlo? ¿Jongdae realmente quería escuchar su voz de nuevo? O lo más importante

¿Estaba listo para ello? Ya habían transcurrido un par de meses y realmente había sido malditamente difícil que Jongdae pudiera hacer otra cosa que no fuera pensar en el mayor y realmente no entendía por qué razón Minseok se comunicaba con él un maldito y jodido día de San Valentín, de todos los putos días tenía que elegir ese para arruinarlo más.

"De acuerdo"

Envió el siguiente texto con terror y podía sentir como le picaban las manos (Signos de nerviosismo en el menor).

Tras lo que pareció una eternidad, el móvil de Jongdae vibró una y otra vez mientras internamente se debatía entre responder o tirar aquel aparato al escusado para que el cuerpo dejara de temblarle.

—Ho-Hola.

—¿Jongdae?

Su voz, su dulce voz.

El menor se aclaró la garganta.

—Sí, soy yo —las palabras más que salir firmes sonaron casi como un susurro temeroso.

—Oh, sólo llamaba para desearte un feliz San Valentín.

¿Feliz? ¿Era broma no?

—Gracias, ¿acaso Seung no está molesto porque me estás llamando?

Un corto silencio antes de que Minseok soltara un suspiro.

—Ya no estoy con él.

¿Han tenido esa sensación de hormigueo cuando alguna parte del cuerpo se entume? Pues bueno, eso precisamente estaba sintiendo Jongdae en el pecho.

—P—Pero... tú... yo no…

—Vamos a comer algo, quiero explicarte bien pero no por teléfono, en persona.

¿Salir? ¿Verlo de nuevo? Dae no estaba seguro de si se notaba mucho pero se había vuelto un poco loco después de ser abandonado por la persona que lo hizo sentir el amor real por primera vez. Entonces, ¿no perdería la poca cordura que le quedaba al verlo después de dos largos y tortuosos meses?

Ah, qué va, Jongdae ya estaba loco y lastimado, ya nada podía herirlo más.

—Uhm, ¿cuándo? es que, tengo algunos asuntos de la universidad que atender.

—¿Puedes el fin de semana? ¿Tal vez el sábado?

Pero si sólo faltaban dos días para eso.

—Eh, creo que... Creo que sí puedo.

Minseok había soltado algo así como un chillido de emoción lo que hizo sonreír al menor.

—¡Perfecto! Entonces pide tu permiso de salida desde hoy, te enviaré un texto con el lugar y la hora.

—S-Sí.

—Bien, adiós, te quiero.

Y entonces la llamada se cortó.

¿"Te quiero"? Ay joder.

—¡Baekhyun! —gritó Kim Jongdae con todas sus fuerzas.

—¿Es broma? —preguntó Baekhyun realmente incrédulo.

—¡Por supuesto que no! ¿Me crees sordo como para no haber escuchado bien?

El pelinegro tomó asiento en la cama de Jongdae mientras este estaba tirado en el suelo con la vista puesta en el techo.

—Haber si entendí —soltó Baek— te llamó después de dos meses para desearte un feliz día de los enamorados, luego te invitó a comer para que hablaran, después de decirte que ya no estaba con Seung y antes de colgar la llamada, te dijo que te quería.

—En teoría.

—¡Que jodido!

—No sé qué voy hacer cuando lo vea, ni siquiera sé por qué quiere verme.

—¿No es obvio, idiota? Aún te ama y quiere recuperarte.

Los ojos de Jongdae casi se salen de su lugar, de un moviendo se sentó y se llevó las rodillas al pecho rodeando sus piernas con los brazos.

—No, no lo creo, probablemente quiere el dinero que le debo.

Eso había sonado chistoso a los oídos de Baekhyun.