Capitulo 5

Es que no hay nadie como tú,  que me haga sentir así,  en un arrullo de estrellas.

-Anónimo

Hilary

El sábado se llega más rápido de lo que espere y no sé como debería sentirme,  ¿feliz porque por primera vez saldré con un chico que no sea Max? o ¿nerviosa porque probablemente lo arruine todo?, sea como sea me presentare ahí y dejare que pase lo que tenga que pasar.

Me levanto de la cama,  me ato el pelo en un chongo y decido bajar a ayudarle a mamá con el almuerzo, nada mejor para despejar tu mente que cocinar y con ella es el doble de eficaz porque siempre me saca platicas,  además de que debo pedirle permiso para poder salir esta noche.

Bajo corriendo las escaleras deslizándome dos escalones antes del primer piso, caigo sentada provocando un buen estruendo y mamá sale asustada de la cocina,  me pongo de pie sobándome el trasero,  eso dolió.

Ella rueda los ojos y coloca sus manos en la cintura-¿cuantas veces te he dicho que dejes de correr en las escaleras?

Le sonrió y me encojo de hombros-muchas pero ni me dolió

-aja si- se da la vuelta y regresa a la cocina- ven a ayudarme mejor

-a eso venia- me adentro a la cocina, mamá esta de espaldas picando vegetales tomo una manzana y  le doy un mordisco,  sintiendo una vez más la duda de como que mis padres empezaron a tener una relación y decido preguntarle de una vez

-¿mama cuando  conociste a papá las cosas fueron rápidas o tomaron mucho tiempo en poder tener una relación?

Ella se voltea y se cruza de brazos con el cuchillo en su mano derecha, dirige su mirada a un punto cualquiera detrás de mi,  como recordando-cuando yo conocí a tu padre ambos estábamos en la universidad,  el estudiaba arquitectura y yo, literatura inglesa,  éramos totalmente diferentes-dice sonriendo- casi no teníamos ni tiempo libre para estar juntos,  todos decían que lo nuestro no duraría mas de unos pocos meses y mira aquí estamos con veintidós años de casados

Sonrió sin poder evitarlo,  ellos son mi ejemplo a seguir,  si alguna vez me caso yo quiero que mi matrimonio sea como el de ellos-pero las cosas fueron difíciles,  si, tuvieron que pasar dos años para decidir si quiera tener un noviazgo-ella vuelve a voltearse y continua picando los vegetales-Max te quiere solo dale tiempo de que se decida a decírtelo,  no te apresures.

Me escapo de atragantar con el trozo de manzana y corro a buscar un poco de agua, me paro a su lado y cuando me siento mejor me atrevo a preguntar-¿Por qué me dices eso?

Ella se voltea hacia mi y levanta ambas cejas-soy tu madre,  te conozco muy bien y además de niña hiciste una lista de como querías tu boda con el

Me rio a carcajadas al recordar la lista que hice con cada una de las cosas que debía tener nuestra boda, escribí desde el lugar donde soñaba que se llevara a cabo hasta el color de cada una de las flores con las que debía estar decorada.

-¿Dónde la encontraste?

-estaba debajo de tu cama junto con muchas cosas que no servían

-¿me lo devuelves?

Ella niega con su dedo índice-ahora es mía, tiene ideas muy buena y hasta con dibujos de como deben verse

Entrecierro los ojos y cruzo los brazos sobre mis pechos-eres mala pero te la regalo si me dejas salir esta noche

-¿es con que saldrás Max? -Niego con la cabeza y ella vuelve a voltearse-entonces no

-no mames- digo sin pensar,  mii madre se voltea y me tira un trozo de zanahoria que me da justo en la frente-auch- me empiezo a sobar la frente

-cuida tu lenguaje muchachita-ordena ella

-si señora-le hago un saludo militar y ella rueda los ojos-déjame ir, ¿si?-hago un mohín

-¿con quien se supone que saldrás?

-con un chico que se llama Oliver-contesto con simpleza

Ella las cejas y se queda varios minutos observándome fijamente-bien,  te doy permiso pero quiero que Max valla contigo

Mis ojos se abren de la sorpresa-pero si el no ira

-esa es mi condición, ¿ quieres salir?- asiento- convénselo de que valla

Ruedo los ojos y empiezo a caminar hacia la sala pero en eso mi mamá me tira otro pedazo de zanahoria,  este me da justo en el cuello-mamá- chillo sobándome el área

-no te vallas,  debes ayudarme a terminar de cocinar

La miro con desaprobación y camino hacia ella-pudiste habérmelo dicho

Me lavo las manos y le ayudo a terminar el almuerzo,  comemos y corro a mi habitación para hablar con Max,  lo llamo y al tercer tono responde

-¿Mérida? -suspiro,  en otro momento lo asesino por llamarme así

-necesito que me hagas un favor- digo caminando alrededor de la habitación

-¿que pasa?,  ¿estas bien?,  ¿quieres que valla?

-estoy bien no seas pesado

-perdón por preocuparme  por el bienestar de mi mejor amiga-dice con voz dramática

-si, si,  gracias- palmeo suavemente mi frente tratando de pensar en como pedirle que valla conmigo-necesito que hagas algo en nombre de nuestra amistad

-¿Qué?- pregunta confundido

Tomo aire y lo suelto,  lo repito una vez más y hablo- que vengas a mi cita con Oliver

-estas loca, como iré,  cuando eso es algo de dos

-si,  ya lo sé pero mamá no me dejara ir a menos de que vallas tú,  puedes llevar a una chica así seria como una cita doble o algo así.

-sabes que acabo de terminar con Mirian no quiero ni siquiera pensar en salir con alguien

-solo hazlo por mi,  por favor

Lo escucho suspirar, se hace un silencio largo y sé que me dirá que si-bien iré,  en una hora iré a tu casa para esperar juntos a Oliver

-vale,  por eso te amo-estoy tan emocionada que no me doy cuenta de lo que he dicho hasta segundos después-como a un hermano,  claro

-también te amo-dice el con naturalidad

Cuelgo y empiezo a tratar de arreglarme,  Max llega y subimos directo a mi cuarto pues aun es temprano para que venga Oliver

Nos sentamos en mi cama y empezamos a hablar sobre cualquier cosa,  hasta que vuelve a tocar el tema de las clases de besos y es que después del primer beso no ha habido mas,  no porque yo no haya querido o porque no hubieran momentos porque ciertamente después de ese beso en muchas ocasiones sus labios han estado a centímetros de los míos pero simplemente el se apartaba.