Capitulo 34

Erick

 Como es que de un momento a otro esto estaba sucediendo, sabía que en algún momento la verdad saldría a la luz pero tenía la esperanza de que todo quedara como estaba, un secreto, La habíamos perdido lo sabía lo sabía al observar como Elena habría el sobre y en su rostro se reflejaron tantos sentimientos que me abrumaron, mi corazón se encogió al observar la tristeza en su rostro pero luego sus ojos no reflejaban nada, era como si no tuviera sentimientos.

—Elena escucha si, te lo explicaremos— Ethan trató de acercarse, pero Elena retrocedió como si su presencia le diera asco, nosotros le causábamos asco.

—Explicarme que Ethan—dijo sería sin ninguna expresión en su rostro—Es verdad, estas fotografías son reales—preguntó

—Elena…

—LO HICIERON, me engañaron, se…. burlaron de mi—dijo mientras negaba con la cabeza, sus puños se cerraron con fuerza hasta que sus nudillos se volvían blancos

—Podemos explicarlo Elena, fue solo una vez nosotros...

—Solo una vez—susurro— Escuchaste Madison—soltó una carcajada—Solo me engañaron una vez— repitió con incredulidad señalándonos con odio.

—Saben, en verdad creí que lo que se estaba formando aquí entre nosotros podrías evitar que…—no terminó de hablar cuando negó con la cabeza como si lo que estuviese pensando le causara mas enojo de lo que tenía .

—Por favor, sólo perdónanos—roge al borde del colapso, la estábamos perdiendo.

—Perdonar dices Erick— dijo con una sonrisa triste, sus ojos estaban rojos y se podía ver como retenía el llanto.

—Yo no perdono y es por eso que lo nuestro se terminó aquí mismo— dijo para alejarse de nosotros, pero Elliot la tomo del brazo reteniéndola, ella lo observo con rabia.

—Elena a la que queremos es a ti, fue un maldito error que cometimos, no puedes dejarnos— dijo enfadado con los hombros tensos.

—Pues observa—dijo con burla para librarse de su agarre y marcharse.

—Mierda— Elliot lanzo la silla que se encontraba en su costado dejándose llevar por el enojo. Ethan se sujetaba la cabeza negando mientras maldecía entre dientes.

—La voy a matar, voy a hacer que se arrepienta de todo lo que hizo— dije furioso.

—Jóvenes es la señorita Gabriela— la voz asustada de la empleada nos hizo mirarla. Elliot tomó el teléfono y ella se marchó rápidamente

—¿QUE CARAJOS HICISTE GABRIELA? — grito este con el rostro rojo y veía como le palpitaba la vena del cuello.

—Solo hice que Elena sepa la verdad— mencionó como si no hubiese destruido nuestra relación.

—Eres una maldita y es mejor que te cuides Gabriela por qué esto no se quedara así.

—Me estás amenazando Ethan—Gabriela sonaba molesta, pero la conocía tanto como para saber que una maldita sonrisa adornaba su rostro

—Tómalo como sete dé la gana Gabriela, pero esto no se queda así_ mencione furioso.

—Ustedes fueron los que se acostaron conmigo yo no los obligue, ustedes quisieron así que la culpa no es solo mía es de ustedes— y colgó, y Elliot lanzó el teléfono maldiciendo a Gabriela, pero, aunque me duela y lo neguemos ella tenía razón, nosotros éramos tan culpables como ella o quizás aún más, solo que culparla a ella hacia que el odio que sentía por mí mismo disminuyera un poco.

Narra Elena

 No lo podía creer, una parte de mi me decía que todo tendría una explicación y que los perdonara, pero me negaba a ser como esas chicas que solo por estar cejadas por amor y por el miedo de perder a alguien hacían que perdonara cualquier error, perdonar un “error” que hacía que el amor que tendrían que sentir por ellas mismas disminuyera, sin darse cuenta que al perdonar una traición pensando que sin esa persona no serás feliz cuando la realidad es que la única que podría darte la felicidad completa eres tú misma.

—¿Estás bien Elena?

—Que si estoy bien—solté una risa sarcástica.

—Me acaban de ver la cara de imbécil Madison.

—Y que harás, los perdonarás

—Lo sabes Madison, yo no perdono a los que me traicionan.

 Y ellos lo hicieron.