Capítulo 12: "¿Amigos o rivales?"

Dos jóvenes se encontraban en la terraza de una hermosa mansión conversando sobre sus nuevos sentimientos experimentados en el amor.

—Ni con Barcia llegué a sentir algo similar, y mira que yo por un momento pensé tomar en serio mi relación con ella, pues yo sentía que había más que un simple gusto, pero tras conocer a Alessia, creo que fue una buena decisión no apostar por algo con Barcia en ese momento — decía Bruno.

—Yo no tengo que decirte mucho, tú bien sabes cómo me llevaba con Mía, después de nuestra apuesta no dejo de molestarme, incluso cuando le dije que solo fue un juego para así alejarla de mí, ella me dijo que ya lo intuía, y que no le importaba lo pasado y siguió e incluso sigue insistiendo que es la mejor opción para mí, pero siempre supe que no era así y cuando vi a Alessia por primera vez, hubo algo en ella que me hechizo, no sé cómo explicarlo, pero creo que desde entonces me gusta — pronunció Osca.

—Entonces lo tuyo fue “Amor a primera vista”, como diría Leo — respondió Bruno con calma.

—Creo que sí — contesto Osca, ruborizándose.

—Lo mío se fue dando en el contacto diario, no te niego que desde un principio me pareció una bella chica, y mientras más la conocía más me enamoraba de ella, aunque siempre quise ignorar ese sentimiento, pero ya no puedo más Ojitos, necesito decírselo, ¿quiero saber que siente por mi? — agrego Bruno.

—¿Y si se enoja?, recuerda que le dijimos que solo queríamos su amistad — dijo preocupado Osca

—Dime algo Ojitos ¿Eso es lo que realmente quieres?, ¿solo quieres seguir siendo su amigo? — pronunció Bruno.

—¡Por supuesto que no¡, pero entonces, ya no sigamos con esa tonta apuesta — agrego Osca.

—Claro que no Ojitos, ¡Ya no¡, de ahora en adelante lucharemos por ella limpiamente y que sea ella quien elija con cuál de los dos quiere estar — añadió con firmeza Bruno.

—¿Y nuestra amistad?, ¿cómo queda ahora ella?, ¿Seremos amigos o rivales? — agrego preocupado el Osca.

—Tonto — pronunció Bruno, haciendo una pausa para acotar — Para mí tu siempre serás mi amigo, ninguno de los dos planeó que esto pasara, simplemente se dio, yo siempre te considerare mi amigo, aunque ahora también eres mi rival, sin embargo, si lo pensamos bien, siempre fuimos rivales.

—¡Siempre fuimos rivales! — dijo en tono confundido Osca.

—Así es mi despistado amigo, siempre lo fuimos, siempre vivimos compitiendo por ver quién es más popular, por saber quién es más fuerte, el más hábil, él más …

—Ya Bruno, no sigas, ya capté la idea, seguiremos siendo los mejores amigos, aunque tengamos que luchar por el amor de la misma mujer, pero te propongo algo — respondió Osca.

—¿Dime Ojitos? — contesto Bruno.

—El que resulte perdedor, aceptará su derrota con dignidad e intentará ser feliz —agrego Osca.

—Está bien Ojitos, me parece lo más saludable — dijo Bruno.

—Entonces sellamos el pacto, quién resulte perdedor aceptará su derrota dignamente e intentará ser feliz — volvió a decir Osca, estirando su mano.

—Que así sea — pronunció Bruno, tomando la mano de su mejor amigo y ahora rival de amores.

Luego de aquella platica, Osca regreso a su casa, y Bruno quedo en la suya, más tranquilo, pues él y su amigo, habían abierto sus corazones para liberar todo lo que en esos días los había estado atormentando.

Al día siguiente, todo volvió hacer como normalmente era entre Osca y Bruno, y ello pudieron notarlo sus amigos, al momento que ingresaron al cafetín de su centro de estudios.

—¡Qué bueno saber que ya arreglaron sus malos entendidos! — decía Leo, mientras se acercaba a la mesa dónde sus amigos estaban realizando su clásica medida de fuerzas, matinal.

—¡Gane¡ — pronunciaba feliz Bruno.

—Si otra vez estamos empatados — respondió Osca, mirando su libreta con apuntes.

—¡Hola chicos! — escucharon los tres jóvenes.

—¡Hola Dafne! — dijeron Bruno y Osca.

—¡Hola preciosa! — agrego Leo, mientras le daba un ligero beso en los labios a su novia.

—Chicos, ¡quiero pedirles un favor! — añadió la joven, posando su mirada en los jóvenes.

—¿De qué se trata Dafne? — dijo Osca.

—Este fin de semana es el cumpleaños de Alessia, y quiero realizarle una fiesta sorpresa, algo sencillo y solo con sus amigos, ya sabemos que a Alessia, no le gusta mucho eso de socializar, en fin, la fiesta será en mi casa y por la tarde no sé si puedo contar con ust….

—Claro, cuenta conmigo — contestaron rápidamente Bruno y Osca, ante la mirada de Leo y su novia.

Mientras en otro lado de la preparatoria, Mía caminaba por uno de los pasillos, cuando de repente, en una esquina sentada en unas gradas vio concentrada leyendo un libro a la persona que más detestaba.