Capítulo 1 ✔

P.O.V Nati

Todo comenzó una mañana común y corriente, desayunar ir a la universidad y hacer los trabajos era mi rutina y arreglarme aunque Estefanía mi mejor amiga dice que yo simplemente me pongo lo primero que encuentro; a Estefanía de cariño la llamo Estefa y es mi compañera de cuarto

-Estefa, ¿cómo sigues de la fiesta de noche? — Pregunté.

-Bien amiga, si vieras me acosté con el bizcocho de Rafa y él tiene un amigo simpático se llama Esteban yo creo que te lo presentare —responde Estefa

-Que descarada eres tú, tuviste sexo con él y lo dices como si nada—pone cara de yo—  a mi mejor no me presentes a nadie yo solo debo estar concentrada y enfocada en mi estudio no estoy para estar en fiesta en fiesta ok- respondí

-Tranquila yo solo te hacía una sugerencia —saluda a Rafa *su nuevo novio* acaba de llegar— vamos a la cafetería —dice Estefa a Rafa 

-Sí, por supuesto, amor— responde Rafa y voltean a mirarme

-Nop, yo me quedo debo estudiar un poco más —respondo con una sonrisa

-¡Hey! estudiar mucho es malo amiga ven te invito lo que quieras —ofrece Estefa

-Que no Estefan —dije con un tono de voz alto

-Bueno si no nos acompañas entonces quédate con Esteban ¡Hey Esteban acompaña aquí a la señorita aguafiestas! — dice Rafa

-Oye cállate idiota no soy aguafiestas —justo en ese momento llega esteban, no puedo mentir el chico es lindo tiene su cabello engominado se viste genial y tiene unos ojos muy bonitos son claros,labios delgados que producen ternura — Estefa no dejes que me acompañe me gusta estar sola —respondí haciendo cara de perrito.

-Por eso a mí no me gusta que estés tanto tiempo sola Nati, es mientras regreso de la cafetería —se acerca y me susurra en el oído — tranquila ni que te fuera a violar ya vuelvo — antes de irse me guiña un ojo

-No te vayas noo — digo sin ánimos

-Adiós —dice Estefa y Rafa mientras se alejan noto una sonrisa en sus caras de victoria

Esteban me mira y esboza una sonrisa se sienta a mi lado, me corro un poco.

-Hey tranquila no te violare ya lo dijo tu amiga —dice Esteban con una voz gruesa lo hace ver tan mayor y guapo.

-Sí lo sé, solo que no se gusta estar acompañada —esbozo una sonrisa de los mismos nervios— pero eso sí ten en cuenta yo no soy aguafiestas yo tengo un nombre por el cual me gusta que me llamen ok

-Sí tranquila, a ver ¿cuál es tu nombre? —dice Esteban

-Ummm bueno me llamo Natalia, pero todos me dicen Naty —respondo con más seguridad

-Bonito nombre te puedo decir ¿Nata?; por cierto, que falta de respeto por mi parte, mi nombre es Esteban y todos me dicen Esteban —me rio un poco

-Lo siento por reírme, pero lo dijiste con un tono muy gracioso

-Aja, tranquila — responde con una hermosa sonrisa

-Si me puedes decir Nata — respondo

Nos quedamos sin tema de conversación el saco su celular y noté que tenía un reloj muy costoso, ya que hace como un mes valía casi medio millón de dólares decidí no mirarlo más y saqué mi libro de cálculo. El recibió una llamada un poco misteriosa, porque miraba a todos los lados contestó y se levantó de la silla se veía un poco nervioso no logre escuchar lo que decía, hablo en voz baja seguramente para que no lo escucharan. Lo mire de reojo para que no se diera cuenta que lo vigilaba, pase la hoja de mi libro para disimular un poco, aunque el separador de hoja me delató ya que ese estaba más adelantado.

El me miró mientras hablaba y yo empecé a sentir muchos nervios así que solo miraba el libro aunque mis manos comenzaron a temblar, él se alejó un poco más no levante la mirada ya que me estaba dando un poco de susto estar con él. Colgó y guardo su celular, justo cuando se iba a sentar se me cae el libro él me lo levanto muy decente y me secó la cara por si había sudado.

-¿Cuál es tu tarea o porque tienes que leer ese libro? — dijo para romper el silencio que se había formado después de recibir el libro

-Es para practicar el examen final — digo tranquila sin que note los nervios que tenía

-Pero los exámenes finales no son dentro de un mes —responde en tono burlesco

-Sí, pero debo tener buenas calificaciones —hablo lo más seria que puedo