Prólogo

Castillo Leeds-Inglaterra
20 Noviembre 1870

- ¡Lizzy! Pudiste venir, no sabes cuanta alegría me da.
- Claro que si hermana, vine a conocer a mi hermosa sobrina.
-Me hace feliz verte en un momento tan especial para mí -dijo Antonette débilmente -También me alegro de que pudieras venir Christine. Es muy grato verlas hoy a las dos.
- Claro que si Antonette, tu estuviste en el nacimiento de nuestros hijos y nos ayudaste en el parto, era justo verte hoy.
- Y como le pondrás a mi querida sobrina. -pregunto Lizzy.
-Isobelle, se llamará Isobelle Bonick.
-Es un nombre muy hermoso
-Lo sé, a Elliot y a mí nos encantó, saben, ahora que están aquí quisiera hablar con cada una por separado.
-Está bien, ¿sucede algo hermana?

-Si y me gustaría hablar primero contigo Lizzy.
-Bien, me llevare a la bebé para que puedan hablar tranquilas y así Elliot la puede cargar.
-Gracias Christine

-¿Qué es lo que sucede Antonette?
-El parto fue muy complicado, el médico dijo que perdí mucha sangre, estoy muy débil y creen que tendré pocas horas de vida.
-Eso es mentira. -dijo entre débiles sollozos.
-No lo es, por eso me alegra verlas hoy a las dos, sé que no se llevan bien pero quería pedirte que vieras por mi hija sé que contigo tendrá el amor que yo no podre darle.
-Me gustaría pero apenas y puedo darle amor a James que tiene 4 años, creo que sería mejor si viviera con Christine, ella tiene 2 pequeñas con las que tu hija podría jugar mientras crece y nunca le faltara amor.
-Supongo que si, antes de que llegaran Elliot me dijo que se le dificultaría cuidar de ella y que lo mejor es que una de ustedes la cuide como su hija hasta que tenga que ser presentada en sociedad.
-Como lo siento hermana, pero ten por seguro que Isobelle nada le faltara, llorare mucho tu partida, pero siempre te recordare con gran amor.
-Gracias hermana, te quiero.

-Christine, quisiera pedirte un favor.
-Claro Antonette, ¿Qué es lo que se te ofrece?
-Que cuides de mi pequeña hija hasta que sea presentada en sociedad.
- ¿Por qué quieres que haga eso?, yo tengo a dos pequeñas y sería difícil cuidar de la tuya, además aquí es su hogar y vivirá bien.
-Desafortunadamente el parto se complicó me quedan pocas horas de vida y quiero que mi hija crezca en un lugar con amor y estoy segura que tu hogar es el adecuado, Isobelle podría jugar con tus hijas y tú le darías el amor de madre que le faltara.
-¡Oh! Hermana, no tenía idea de que el parto se hubiera complicado. No te preocupes por Isobelle cuidare de ella como si fuera mi hija.
-Te lo agradezco mucho, sé que tuvimos nuestras diferencias y a pesar de ser mi hermanastra. Te quiero.
-También te quiero Antonette.