C P I T U L O 1 7

Correspondí el beso casi sin pensarlo, sintiendo una ola de cosquilleos por todo mi cuerpo, el castaño me rodeo con sus brazos por mi cintura, juntándome más con él, mientras que yo pasaba mis brazos por su cuello, era un beso apasionado como sin estar conscientes lo hubiéramos esperado por mucho tiempo.

Jadee cuando me mordió suavemente mi labio inferior, el beso se volvió de cierta manera más profundo, pero este transmitía tantos sentimientos de parte de los dos que abrumaban.

Y sin tener más aliento nos separamos.

Nuestras frentes estaban pegadas mientras intentábamos recuperar el ritmo de nuestras respiración, rosaba mis labios como una caricia. Era frustrante reprimirme el deseo de probar otra vez esos labios tibios que me habían dejado aturdida.

Rayos Holly, ¿Qué acabas de hacer?

—Yo... —trate de hablar pero sentía mi mente, mi juicio nublado —Ehm...

—¡Holly mira a Harry!

Salvada por la campana vaquera.

Me separé de él por completo, tome una gran bocada de aire fresco y sin voltear atrás fui con mis hermanos.

¿Por qué le correspondí?, ¿Lo había arruinado? ¿Ahora todo iba ser diferente, incomodo? ¿Y si dejaba de hablarme y si yo lo volvía incomodo? ¿Y si ya no había marcha atrás? ¿Y si...

—¿Estas bien? —me preguntó Henrry ladeando su cabeza.

Asentí, esta vez sí voltee atrás para ver a Cameron pero él ya no estaba, ni cualquier rastro que me pudiera dar una pista de donde se encontraba, como si el viento se lo hubiera llevado.

¿Se habrá ido?

—Holly vuelve —exclamó frustrado Henrry.

—Lo siento pequeño —le dedique una sonrisa mientras me disponía a jugar.

Levante a Harry dándole vueltas en el aire hasta que Henrry nos empezó a disparar con su nueva pistola, cargue a Harry encima de mis hombros y este le devolvía los disparos a su hermano. Henrry se empezó a quejar de la injusticia, porque según él, su hermano tenía más ventaja que él.

—¿Te ayudo en eso pequeño? —la voz de Cameron se hizo presente haciéndonos girar en su dirección.

Henrry frunció su frente haciendo una mueca adorable y cruzo sus brazos en su pecho.

—Sí pero no me llames pequeño, ya soy grande tengo cinco —reclamó mientras le ensañaba cinco dedos.

Cameron rio divertido y sin más cargo a Henrry en sus hombros como yo, conecto su vista a la mía y fue de las pocas veces que tenía una mirada neutra, no daba a expresar nada.

Fue lo más frustrante.

Sujete fuertemente a Harry cuando Henrry nos empezó a disparar, sí esta vez a mí también.

Cameron junto con Henrry nos empezaron a corretear por todo el patio mientras que yo y Harry los intentábamos esquivar.

—¡A las piernas Harry, apunta a las piernas! —grite divertida y adolorida por recibir tantos disparos de Henrry por todo mi cuerpo.

—¡Es lo que intento desesperada! —refuto desesperado.

—¡Vamos a perder y será tu culpa!

Mi pequeño y tonto hermano se empezó a desesperar cada vez más hasta que empezó a gritar un "Aaaah" y empezó a disparar sin tener un objetivo muy claro.

—¡Harry dispara!

—¡Aaaaaaah!.

—¡Así no!

—¡Aaaaaaah!

Riéndome adolorida le tome la pistola a mi hermano y le empecé a disparar a Cameron y a Henrry mientras que mi loco hermano seguía gritando-riéndose agitando sus brazos en el aire.

—¿No se quieren meter de una vez a la casa? —cuestionó mi padre pero nadie me hizo caso.

Le dispare en el estómago al par de tontos, Henrry me disparo en la frente.

¿Qué no se le acababan las mugrientas balas de goma?

—¡Eso dolió! —Grite, le quise disparar a mi hermano pero digamos que accidentalmente le dispare a mi padre en su brazo.

Como si estuviéramos programados todos dejamos de movernos y de hacer ruido.

—¿Quién fue? —interrogo con su cara completamente roja.

Los tres valientes, audaces y fuertes hombres me señalaron sin color en su cuerpo.

—Cobardes —masculle, deje a mi hermano en el suelo mientras iba detrás de mi padre.

—Creo que ya es hora de dormir pequeña, dile a tu amigo ese que se puede quedar a dormir, pero lo quiero en la sala nada de que este cerca de ti.

Fue inevitable que no me riera pero no lo contradecí, mi padre llama a mis hermanos y juntos se metieron a la casa dejándome solo con Cameron.

A llegado el momento incómodo.

—Me dijeron que te podías quedar a dormir, no te iban a dejar tirado en la calle pero tendrás que dormir en el sillón.

—Gracias.

Fue todo lo que dijo y a continuación se adentró a la casa dejándome con un mal sabor en la boca. Cuando lo alcance lo guie a un no muy cómodo sillón, extendí unas sábanas y cobijas para que no pasará la noche con frío. Una vez termine de entregarle todo y ayudarlo a acomodar su provisional cama uno nervios e incomodidad me invadieron.

Me restregué ansiosa mis manos contra mi pantalón repetidas veces.

—Piensa en que ahora estamos a mano —comente para aligerar el aviente.

Cameron solo asintió y se recostó en el sillón sin verme, ni hablarme, nada...

—Está bien, buenas noches.

Odiaba cuando los papeles se intercambiaban, me hacía sentir incomoda, fuera de lugar que él se tornara tan frío y distante, pero a la vez me enojaba no solo yo lo había besado, tanto él como yo correspondimos el beso no tiene motivos para estar enojado.

Me tire a mi cama con la fuerte esperanza de olvidar todo y solo dormir.

Pero como siempre el mundo estaba en contra mía y al instante tocaron la puerta, mi madre estaba al otro lado de esta.

Se acomodó en mi cama haciéndome un espacio para que pudiera estar con ella, me acosté poniendo mi cabeza en sus pierna y como linda consecuencia me empezó a dar un masaje en mi cuero cabelludo.

—Me agrado Cameron —me informo —y creo que a tus hermanos también, les encanto los juguetes que les dieron.

—Se había preocupado por eso.

—Me alegra de que encontraras a un buen amigo, las personas no podemos vivir aisladas, necesitamos de la gente para apoyarnos en ella, por mínima que sea la cantidad de personas bastará con una sola para que sea tu baúl de secretos, tu cómplice, no está mal sostenerte de las personas.