DISCUSIÓN

—¿Puedo saber que pasa entre el imbécil de tu vecino y tu Anto? —Pregunto Matt algo molesto.

Me remuevo incómoda en mi silla, al escuchar la pregunta de mi amigo, bueno, en realidad no tenía nada con el chico, éramos amigos, supuestamente o eso era lo que creía.

—Nada, en realidad, ¿por qué carajos preguntas algo como eso?

Era consiente de que quería para sacarme información, Matt no era el tipo de chico que hacía preguntas sin un motivo, al menos eso era lo que sabía en este poco tiempo que llevábamos como amigos.

—Te vi bajando del auto de ese imbécil hace unos días, tú lo conoces, sabes que solo busca sexo y dejar a las chicas cuando pierde su interés en ellas.

Me muerdo el labio inferior con nerviosismo, es obvio que Matt lo odia, pero no somos nada, solo amigos.

—¿Por qué lo odias tanto? Solo soy su amiga, no le veo el problema a esta situación.

—Tú que crees, no será por algo bueno, te lo aseguro, no quiero que te haga daño, por favor, solo aléjate de él Anto, te lo digo como amigo.

—No soy una niña Matt, puedo cuidarme sola, lo olvides —le dijo con sarcasmo.

—A veces pareces olvidarlo, sé que no me corresponde decirte nada, pero soy tu amigo y no quiero verte sufrir por alguien como él.

—No soy tan estúpida, gracias por preocuparte por mí.

Matt se levantó de la mesa, pago la cuenta y abandono la heladería, era obvio que no iba a decirme mucho, me quedó pensativa, era fin de semana y estaría libre, Naty había quedado en llegar a acompañarme para hablar un rato, así no moriría de aburrimiento.

Salí del lugar y camine hasta mi casa, abrí la puerta y cerré con seguro, subí las escaleras lentamente, cuando estaba a mitad de los escalones escuche el timbre, puse los ojos en blanco y volví a bajar las escaleras nuevamente, abrí la puerta y observo a Naty con una hermosa sonrisa.

—Cuéntame todo, en nuestro barrio todos saben que Kiran te invito a salir.

Negué con la cabeza, pueblo pequeño, infierno grande, eso dicen, ella entra y puedo notar su interés en el tema, subimos las escaleras.

—Me chantajeo que es lo peor, nunca saldría con él sin un motivo, me amenazo con contarle a mi padre sobre mi secreto, ya sabes.

—Pinché cabrón —habló mi amiga sorprendida —no me lo creo, te chantajeo.

—Dice que quiere ser mi amigo, pero no confío en él, no después de lo que sucedió en su casa.

Mi amiga se empieza a reír un poco de mí.

—Bueno, al parecer ese chico quiere probar un poco de ti.

Niego con la cabeza rápidamente, conozco muy bien al puto de mi vecino.

—No estoy interesada y lo sabes, simplemente lo quiero lejos de mí.

Me quedé platicando con Naty por horas, hasta que cayó la noche y ella se marchó a su casa, me acosté a dormir.

“Sentí sus labios húmedos por mi cuello, un gemido abandono mis labios, Kiran me observaba como si quisiera arrancarme el alma, pasó sus dedos por mi cuello, bajo lentamente hasta llegar a mi ombligo, mi respiración se aceleró a mil por hora, el chico se quitó la camiseta y observo su abdomen bien trabajado.

—Quítate la blusa —ordenó mientras se remojaba los labios de manera sensual.

Todo mi cuerpo ardía, quería que él me tocará, me quito la blusa lentamente bajo la atenta mirada del chico, se quedó mirándome por unos segundos.

Se sentó en el sofá y me observo de pies a cabeza, había deseo en su mirada, sentí la garganta seca.

—Quítate el short.

Me sentía realmente nerviosa, abrí la cremallera y me quito el short lentamente, revelando la tanga de encaje sobre su piel, sus ojos se clavaron en mis piernas y fue subiendo lentamente, podía sentir miles de sensaciones solamente con su mirada.

—Acércate —me ordenó mientras se llevaba las manos a sus labios carnosos.

Me acercó lentamente hasta estar frente a él, Kiran pasó sus dedos por mi abdomen hasta llegar a donde iniciaba el encaje de la tanga, cerré los ojos antes las sensaciones que recorrían mi cuerpo, se levantó de donde estaba y capturó mis labios con tanto deseo, todo mi cuerpo reacciono a él…..”

Desperté de golpe, había sido un sueño, solamente un sueño, me dije a mí misma, estaba completamente sudada, como si hubiera corrido una maratón, la ropa se me pegaba al cuerpo, tenía la garganta seca, me levante y busque un poco de agua en mi mesita de noche, definitivamente tengo que alejarse del chico o terminaré en su cama, de eso estaba segura, mi corazón latía con fuerza, me senté en la cama, tratando de recomponerme.

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Estoy sentada en la cafetería del instituto, es de mañana y hace algo de frío, Naty no llego a clases, de seguro enfermo, tomo un sorbo de mi café, observo a Valeska entrar con los amigos de Kiran, la chica me mira de pies a cabeza como si quisiera matarme, solo hace falta que se haya enterado de la dichosa cita a la que me obligo a ir ese imbécil, no le presto importancia a la situación, minutos después la observo caminar en mi dirección, eso no me gusta, se detiene frente a mi mesa y sus ojos me escanean de arriba abajo, los chicos se quedan a unos metros de ella.

—Esto tiene que ser una broma, como diablos, Kiran puso los ojos en alguien como tú —me señala, todos en el café vuelven a mirarme, en ese momento deseo que la tierra me trague —no sé si reír o llorar, eres tan simple, solo mírate al espejo, te quiero lejos de mi novio estúpida rata de biblioteca, sé que andas detrás de él, a mí no me mientes con esa cara de mosca muerta —habló con sarcasmo.

Me levanto molesta, no voy a tolerar que esa estúpida me hable de esa manera.

—Para tu información, Kiran solo es mi amigo, así que deja de estar hablando incoherencias.