PS | Última esperanza

Parallel Story | Última esperanza

Día 1: Llegada

Lo logré. Salí de la ciudad, sin mucho botín entre mis cosas. Nunca puedo estar mucho más de lo esperado, siempre ocurren cosas desagradables cerca a mi entorno.

Mi siguiente destino era otra ciudad peligrosa. InfinyTopia. Según antiguos visitantes, esta ciudad es dirigida por la gobernante Ballery Frysstkant, una chica solitaria lo cual no tengo intención de conocer en absoluto. Los rumores de ex-empleados mencionan que tiene un comportamiento amable hacia la gente. Pero nadie la a visto actuar frente a algún conocido suyo. ¿La gobernante tendrá amigos?

Vaya, mi cabello creció tanto desde la última vez que lo corté. Podría cortarlo pero me veo mejor así, ahora que oculto mi ojo, ya nadie me observa con esa cara de sospecha.

Al llegar, buscaré donde pasar la noche. No me molestaría dormir sobre un cartón, pero mis habilidades de hurto serían desperdiciadas. Cuando menos se lo esperen, robaré un colchón y comida luego de encontrar un escondite.

Tengo algunas reservas de dinero que conseguí en la anterior ciudad. Por ahora no debo preocuparme de qué puedo y no gastar.

Compraré comida. Mucha, mucha comida.

Día 2: Un lugar aterrador

Ubiqué una casa abandonada. Para mi suerte, se encuentra a una distancia considerable de la salida. Solo por si acaso.

Aunque... Según los adultos con los que hable, «Nadie entraría allí sin tener enormes huevos». No entendí muy bien a lo que se referían, pero pude entender que tenían miedo a ese sitio.

Era perfecto para mi, porque nadie se atrevería a entrar, solo debía asegurarme de saber lo que había allí dentro.

Con «Él», nos adentramos por la noche para que no nos vieran.

Estaba desordenado, como si hubieran desvalijado casi por completo el lugar.

Las plagas eran otro problema; insectos venenosos que podrían hacerme daño a la piel. Tengo suerte de que «Él» me protegiera en todo momento.

No me atreví a revisar todos los cuartos, aunque pueda infiltrarme en casas mi miedo a la oscuridad permanece, dando un motivo para encontrar esos Fokus brillantes que venden por aquí.

Hace poco conté el poco dinero que me sobró. Tal vez me excedí un poco con las compras...

Ups.

Jeje.

Compré demasiado pan y ya me lo acabé todo. Soy muy goloso.

Entonces, me queda esto:

Pedazos pequeños de panecillos y una botella medio llena de leche.

¡Ja! Todavía me sirve.

Día 3: Aburrido y hambriento.

Soy un tonto. Aunque fui cuidado hasta el final, terminé rompiendo la última botella de leche que sobró. Todo está marchado, y mi comida al fin se terminó.

No quería hacerlo tan pronto, pero debo pedir prestado algunas cosas.

Aunque... ahora estoy un poco aburrido. Pensaba hacerle una broma a ese hombre que vende galletas en la Central de la ciudad. Quería probar sus bocadillos, pero el anciano me rechazó el poco dinero que traía. Al parecer todo es más caro aquí, se me hacía extraño que cobraran tanto por unas cortas cantidades de pan.

Si no alcanzaba para una sola galleta, significaba que me había quedado sin dinero.

Esta es una situación crítica.

Solo debo esperar a que tenga un descuido, observé que en todo momento guardaba las monedas dentro de un saco pequeño. Sería sencillo. Una simple distracción y listo, será todo mío.

Ah... planear todo esto, solo. Sigue siendo agotador. Zeta era un gran acompañante, me pregunto donde estará ahora. ¿Seguirá con su enorme grupo en esa ciudad?

Han pasado meses...

Día 4: Extraño suceso

¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?

¿Qué es esto?

¿Qué ocurrió aquí? ¿¡Estoy soñando!?

No, no puede ser, nunca antes sentí algo así. Este suceso es extraordinario. Pensé que lo había visto todo.

Para comenzar... ayer, el día 3, casi por el medio día, andaba buscando sobras o algún botín, lamentablemente devoré lo que había reservado, aún cuando juré no hacerlo; pero ese no era el punto.

Cuando estaba allí, de la nada el cielo se rompió... ¡Se rompió!

Tenía un color extraño que pocas veces había visto. Todos estaban atentos, tal vez era algún evento parecido al arcoíris.

Más tarde, salió un objeto grande aterrizando en la ciudad, estaba muy lejos como para llegar allí, aún así mi curiosidad impulsó a dirigirme hasta allí.

A unos metros de llegar noté una presencia poderosa. La gobernante Ballery estaba allí, frente al público. Sujetaba a un chico de casi su misma estatura, al parecer era un prisionero que escapó de la cárcel. Pero... ¿Por qué ella? Es cuando todo cobraba sentido.

De la nada, un fuerte sonido me alertó, este provenía de la parte donde el cielo había sido rasgado, para luego expulsar una luz que cegaría mi visión.

Ya había experimentado esas cosas antes, así que reaccioné al instante.

Fue... tan rápido, al igual que yo. Inmediatamente, me di cuenta de que ya no me encontraba sobre el suelo.

Fui llevado hasta arriba junto a muchos de los ciudadanos, estaba cerca al castillo de la gobernante Ballery. ¿Cómo había terminado allí?

En ese instante lo vi, era el mismo chico sujetando a la gobernante desde una de las torres de su castillo, parecía intentar salvarla de caer.

Tenía curiosidad, así que solo pude examinarlo a él. Misteriosamente Ballery no logró ser registrada por mi ojo, era como si fuese invivible ante «Él».

Quedé inconsciente durante un segundo, el dolor era fuerte pero logré ponerme de pie. Es una lástima que los demás ciudadanos no hayan podido tener la misma suerte.